La Policía Nacional detuvo ayer a ocho ciudadanos de nacionalidad china por diversos delitos de trata de seres humanos, delitos relativos a la prostitución y por pertenecer a una organización criminal, dentro de la denominada Operación ‘Lingdao’.
En total se arrestaron a ocho personas, tres en Oviedo, dos en Gijón, dos en Vigo y una en Santander. Los agentes incautaron 30.000 euros en efectivo, 598 monedas de plata, 4 relojes de oro —valorados cada uno en unos 6.000 euros— , además de pulseras, collares y otros joyas de oro.
Asimismo, la Policía Nacional interceptó 8 ordenadores portátiles que contenían valiosa información sobre la organización y sus actividades ilícitas, así como 15 teléfonos móviles de gama alta que contienen también valiosa información sobre contactos, clientes y otros datos valiosos dentro de la investigación.
La operación se inició en Oviedo una vez se tuvo fundadas sospechas de que varias mujeres de nacionalidad china estaban siendo explotadas, con fines sexuales, en pisos de alterne por una organización criminal constituida fundamentalmente por ciudadanos chinos y con la que colaboraba algún español.
Las mujeres habrían sido traídas a España con engaño y una vez en nuestro país sometidas a todo tipo de maltratos y vejaciones, ejerciendo la organización un férreo control sobre las mismas, obligándolas a ejercer la prostitución hasta que abonaran la deuda contraída con el grupo criminal.
Las mujeres chinas ejercían la prostitución en diferentes domicilios, sometidas a duras condiciones de trabajo, entre las que destacaba la necesidad de estar disponibles las 24 horas del día, 7 días a la semana.
La mayoría de las mujeres que se prostituían se encontraban en situación administrativa irregular, por lo que restringían al máximo sus salidas a la calle, y apenas hablan algunas palabras de español, pese a que alguna llevase más 4 años en España. Encontraban, por ello su único recurso en la prostitución.
