Por aquello de que ‘me’ se entienda mejor, si ello puede ser…. al parecer —y así si meto la pata cuesta menos sacarla—, fue el escritor/pensador francés Blaise Pascal quien se inventó y popularizó la frase: «El corazón tiene razones que la razón no entiende», que dado que se aplica ‘pa casi tó’, pues eso, que yo también.
Hete aquí que en las postrimerías del año 30 del siglo XX se reúnen los comerciantes segovianos y sus trabajadores con la finalidad de llegar a acuerdo sobre un concreto tema: ‘queremos cerrar nuestros comercios a la hora de comer’. Por aquello de que dos no discuten si uno no quiere, hay consenso y lo ‘elevan’ —es un decir—, a la autoridad competitiva (ya, ya sé que se escribe competente, mas si siguen leyendo puede que lo entiendan) por este orden:
—Remisión de escrito/acuerdo a la Delegación de Trabajo: aprobado
—La Delegación lo remite para su refrendo al Consejo Supremo de Trabajo (Organismo en la Dictadura Primo de Rivera): aprobado.
Tutti contenti, pero…
—El Consejo lo envía al Gobierno que en Consejo de Ministros: lo deniega.
¡Tócate!
Corolario. Los trabajadores/as de comercio continuaron llevando, día a día, la tartera/fiambrera/merendera de aluminio con cierre (antecedente del táper), para ponerla sobre el mostrador y comer, cuando tocaba, atendiendo a la clientela.
Otra diferente. Sobre y de La Fuente de Santa Columba, cuento al respecto. Sepa quien leyere que el diseño fue del arquitecto segoviano Pedro de Brizuela en el siglo XVII. La fuente se encontraba adosada/pegada a la Iglesia románica de Santa Columba o Colomba. El templo había sido construido sobre el arenal que los romanos habían ‘sembrado’ para la construcción del Acueducto, por lo cual los problemas de cimentación de la iglesia fueron de ni te cuento. Vamos, que gastaron una pasta gansa en la consolidación, para acabar con la iglesia en ruinas a principios del XX.
Justamente, cuando se removieron los escombros se toparon con la fuente y la desmontaron. Pasaron los años, aproximadamente 40, y la reiterada fuente quedó instalada, piedra a piedra, en su actual emplazamiento (terraza de Santa Columba). Aprovecharon para ello una de las actuaciones para la restauración del románico monumento. Si la miran de cerca encontrará un bajorrelieve con el escudo de la ciudad que recoge la restauración.
Llegado hasta aquí me paso a la técnica:
—La fuente cuenta con tres caños con forma de cabeza de león que vierten sobre un pilón rectangular.
—Construida en estilo renacentista, consta de dos cuerpos de altura divididos en tres calles que, a su vez, están delimitadas por pilastras.
—Ambos cuerpos están divididos por una cornisa en la que aparece, como remate de la calle central, un frontón rebajado.
—Las pilastras finalizan en el segundo cuerpo en un plinto (1) que sostiene el remate con forma de bola.
Entre nosotros: no hay mejor cosa que escribir para gente inteligente.
¡Anda que no!
Mini Biografías
José Riber y Puerto, Onteniente (Alicante) 1820-Segovia 1872. Llegó a esta ciudad cuando contaba 11 años. Su padre ya se había instalado en un molino de La Alameda donde fabricaba papel de fumar. Allí aprendió el oficio. El primer cambio en su vida se produce cuando cumple 18 años. La ciudad es ocupada por los carlistas, estos le obligan a defender su causa y forzado ha de abandonar Segovia. Intenta escapar y lo consigue. Poco después se une a los liberales del general O’Donell. En 1843 recibe la licencia con el grado de sargento y vuelve a trabajar con su padre. La fábrica está en decadencia y no puede evitar su cierre. El joven Riber no decae. Pone su empeño, y sus ahorros, en levantar la fábrica. En ella consigue el mejor papel de fumar de España. Su éxito, producto del trabajo, le lleva a mantener hasta cuatro fábricas en la ciudad y dos centenares de trabajadores. Afiliado al partido progresista fue concejal en 1854, miembro de la Junta Revolucionaria en el 68 y Diputado por Segovia en las Cortes de 1869. Defendió en las Cortes Constituyentes la propuesta de ‘absoluta incompatibilidad del cargo de representante del país con todo destino público retribuido’. Recibió un ¡no es no! Se marchó desengañado de la política. Riber prestó grandes servicios a la industria segoviana.
(1) Elemento cuadrangular de poca altura sobre el cual se asienta la base de una columna arquitectónica.
