El Unami disputa a las 19.30 horas de este miércoles, 17 de noviembre, el encuentro más importante de sus 38 años de historia, confiando en que logre la victoria frente al Aldeano y dentro de dos semanas pueda poner el duelo que disputará hoy en el segundo lugar del ránking de partidos más importantes.

El encuentro le llega en el mejor momento posible al conjunto segoviano, líder de la Regional de Aficionados demostrando mucha solvencia tanto en sus partidos como local como lejos de La Albuera, y solo las lesiones ponen un gesto de preocupación en el conjunto segoviano, ya que los problemas en la rodilla de Alcubilla le impedirán prácticamente con seguridad el poder participar en el partido, mientras que Vicente también está renqueante de su tobillo.

Sin reservar nada

“Lo que nos da de comer es la liga, que queremos disputarla hasta el final para lograr el ascenso”, afirmó el técnico del Unami, Gonzalo del Valle, aunque no escondió la ilusión que genera el poder jugar el torneo y tener la oportunidad de medirse a un equipo de Primera División siempre que se gane al Aldeano: “Iremos con todo a jugar este partido, sin reservar nada”.

Aunque en la Regional no es sencillo encontrar información de los equipos, el Unami ha hecho los deberes, y no solo algunos de sus técnicos estuvieron viendo al Aldeano, sino que también se han pedido informes acerca de un oponente que parece estar fiando toda la temporada a lo que pueda hacer en la Copa, puesto que en la competición doméstica no está sumando unos números relevantes, cuatro en el subgrupo B de la Regional Preferente riojana, sin haber ganado todavía ningún partido en su feudo.

Con la baja de Alcubilla y la duda de Vicente, el técnico del Unami, Gonzalo del Valle, quiere que el equipo imponga su ritmo desde el inicio

“El Aldeano es un equipo fuerte en defensa, que suele jugar algo replegado, pero que tiene mucho peligro con sus atacantes”, puso de manifiesto Del Valle, que dejó claro que el Unami no va a especular primero y jugar después “sino que vamos a intentar imponer nuestro ritmo desde el principio, porque si hacemos lo que sabemos y no nos dejamos llevar por la presión estoy convencido de que nos vamos a llevar la eliminatoria”.

El campo de San Bartolomé donde juega sus partidos el equipo de Aldeanueva del Ebro es de hierba artificial y de dimensiones reducidas “algo diferente a lo que estamos habituados” señaló el técnico, que llevó al plantel a entrenar en el Mariano Chocolate con el fin de que los jugadores se fueran habitando tanto a las medidas más reducidas como al bote distinto del balón.

A lo que no podrá habituarse el Unami será al ambiente que con seguridad se encontrará en el campo, aunque la mayoría del plantel podrá hacerse una idea si recuerdan el partido de ida de la eliminatoria de ascenso frente al Ciudad Rodrigo, donde solo un par de acciones aisladas y un árbitro que se dejó llevar por la tremenda presión del público hicieron doblar la rodilla al equipo segoviano.

Una petición coherente

“En estas categorías el jugar en tu campo o jugar fuera te da una ventaja absoluta. Supongo que el rival meterá presión, pero para eso está el árbitro. Nosotros queremos jugar, y que gane el mejor”, señaló el técnico en unas palabras que fueron refrendadas por el presidente del Unami, Francisco Andray, que solo le pide una cosa al partido: “Que haya un árbitro en condiciones que no se deje amedrentar. En el campo no hay gradas, así que va a estar todo el mundo de pie muy cerca del terreno de juego, así solo pido que el colegiado pite lo que haya, y que gane el mejor. Soy muy optimista con respecto a este partido, pero esto es fútbol, todos los encuentros hay que disputarlos y siempre hay que respetar al rival”. El colegiado designado para el encuentro será Julen Pangua Ortiz, del colegio vasco, que cumple su segunda temporada dirigiendo partidos de la Tercera RFEF.

A vueltas con el protocolo

Sucedió en los primeros minutos de la segunda parte del encuentro que disputaban el Unami y el Palencia Cristo Atlético B en el campo de La Albuera. El jugador visitante Álvaro Sobas cae al suelo en una disputa de un balón con el segoviano Rubén, que rápidamente pide las asistencias porque se da cuenta de que a su rival se le ha salido el hombro izquierdo. Al no haber un médico en el campo, y ante los evidentes gestos de dolor del jugador, el Unami procede a avisar al servicio de emergencias 112 para que se proceda al traslado del jugador al Hospital General.

Los efectivos de emergencias llegaron con la celeridad habitual, pero el conflicto llegó a la hora del traslado del jugador, puesto que el hospital de referencia del fútbol federado autonómico en Segovia es Recoletas, pero el 112 no podía trasladar al jugador más que al Hospital General, lo que generaría un coste económico. Así que un directivo del Unami tuvo que utilizar su vehículo particular para trasladar a Álvaro Sobas hasta el hospital privado, donde le atendió el médico de guardia. La familia del jugador quiso agradecer al Unami la predisposición para ayudar al futbolista del Palencia Cristo B en todo lo que estuvo en su mano, todavía sin entender cómo el protocolo puede impedir que se pueda ayudar rápidamente a un jugador lesionado.