El miedo a quedarse a oscuras ante un apagón generalizado ha empujado a muchos segovianos a comprar aparatos de uso doméstico que no dependan de la energía eléctrica.
En algunos casos se han agotado los hornillos de gas y las denominadas cocinillas, tan habituales hace años en las viviendas segovianas. El rumor ante un incidente grave se ha extendido como la pólvora y de nada han servido los mensajes del Gobierno ni de algunos especialistas en suministro energético.

En la Ferretería Baudilio, de Cantalejo llevan días con los hornillos agotados. Uno de sus responsables, Jesús Fernández, asegura que hace semanas comenzaron a despachar cocinillas que funcionan con bombonas de gas y otros aparatos similares. Algo que se vendía ocasionalmente ha pasado a ser un producto demandado a diario hasta el punto de que han agotado las existencias. “Pero además es que se han agotado en los almacenes de nuestros proveedores”, añade.

Estos productos se vendían de forma ocasional en verano para las viviendas o chalés de los pueblos de toda la comarca. También para las casas rurales que tanto han brotado en los últimos años. Pero Fernández confía en que una vez que se pase esta “psicosis temporal”, a las fábricas les dará tiempo a reponer su stock y seguirán suministrando. También asegura que en este tiempo han sido muchos también los que se han acercado a preguntar por estufas de gas o catalíticas. “De momento tenemos stock”, añade el responsable de este establecimiento, situado en el polígono industrial de la ciudad briquera, donde también han aumentado las ventas de pilas, “que no van a faltar”, sentencia.

Otra empresa que también ha experimentado un incremento de las ventas es el nuevo almacén Cetecón Agro, situado en Garcillán, junto a la CL-605. La responsable de la tienda, Encarna de Frutos, resalta que están teniendo una importante demanda de generadores de energía eléctrica que funcionan con gasolina o gasóleo. “La gente se está aprovisionando de estos aparatos y de combustible ante un posible apagón”, asegura. No quieren correr riesgos en estas próximas fechas. Otro de los productos que están vendiendo mucho son las placas solares de iluminación para viviendas, que no precisan instalación. “Están siendo un boom. Se pone una placa en la ventana, te da doce horas de autonomía, y valen 30 euros, las de 50 vatios”, añade. Junto a ello está vendiendo muchos cargadores solares para teléfonos móviles. “A ver quién se queda sin móvil hoy en día”, dice.

Fernando Tabanera, de Big Mat Tabanera, asegura que más que gente alarmada ve una tendencia generalizada. Afirma que en los últimos años los segovianos son más conscientes de la situación de las fuentes de energía y la conveniencia de utilizar las renovables. “En estos últimos años, y también en este 2021 estamos vendiendo cada vez más estufas de pellets y otro tipo de leña por su economía y porque consumen un producto que, además de ser más limpio que el petróleo, tiene garantizado su suministro. De hecho tenemos en la provincia de Segovia una de las fábricas de pellets más importantes del país”, sostiene.

Añade que en su almacén no han experimentado la psicosis del año pasado, tras la primera oleada de Covid, cuando se agotaron las piscinas domésticas en pleno verano. “Ese año sí que tuvimos esa experiencia de que todo el mundo acudió a comprar a la misma vez”, recuerda ahora. Unos meses antes fue el papel higiénico, la lejía o el alcohol. Parece que los rumores y el miedo tienen más efecto en las ventas que las campañas publicitarias convencionales.

La opinión del experto

El ingeniero segoviano y especialista en energías renovables, Santiago García Garrido, es director técnico en Renovetec. Asegura que un gran apagón este invierno “siempre es posible, aunque poco probable”.

La razón puede ser previsibles, y si lo es, hay capacidad para reaccionar. Sea por falta de gas o por un aumento de la demanda, la red tiene capacidad de respuesta. Simplemente, será más cara, pero la red no caerá en el futuro próximo por una razón previsible. Sobre imprevistos, un atentado, una condición atmosférica inesperada o una avería también podrían causar un apagón. Pero ya hemos enfrentado estas situaciones en los últimos meses y años, sin que se produjeron una circunstancia como la apuntada por los catastrofistas. Por tanto, y aunque un apagón es posible, es muy poco probable, y desde luego, la probabilidad era muy parecida ayer, hoy, mañana y dentro de unas semanas.