La Audiencia de Segovia ha condenado a un hombre a cinco años de cárcel por intentar matar a puñaladas al novio de su expareja en un pueblo de la provincia de Segovia, el 28 de septiembre de 2020. Los magistrados le consideran autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y le prohíben la comunicación por cualquier medio con la víctima o aproximarse a una distancia inferior a 500 metros durante ocho años. Durante este tiempo, tampoco podrá residir o trabajar en el municipio donde se produjo la agresión.
Según los hechos probados, el 28 de septiembre de 2020, el condenado, que hasta ese momento estaba en prisión provisional, acudió al domicilio donde se encontraba su expareja sentimental, que acompañada por actual pareja de 31 años. El acusado tenía un juego de llaves de la casa porque también era de su propiedad.
El procesado entró con un cuchillo al grito de “¿éste es el que te trata mejor que yo?, aunque vaya a la cárcel a éste me lo quito de encima”. Se dirigió a la cocina donde se encontraba el hombre, “con clara intención de arrebatarle la vida”. El auto recoge que le apuñaló primeramente en la zona baja del tórax para, acto seguido, tratar de alcanzarle con el cuchillo en la zona del cuello, lo que motivó que tratara de refugiarse en la terraza de la cocina, pero fue perseguido, recibiendo varias puñaladas más “en diversas zonas del cuerpo de mientras trataba de protegerse”.
El agresor paró y dijo: “le voy a perdonar la vida a este hijo de puta”, instante en el cual aprovechó para abandonar la vivienda con el fin de poner a salvo su vida y de pedir auxilio, dice la sentencia recogida por Ical.
A consecuencia de las puñaladas sufridas tardó un total de 120 días en sanar de las heridas, dejando como secuelas “secuelas estrés postraumático y secuelas estéticas múltiples cicatrices en tórax y extremidades”, según el informe del forense. También se recoge que “el perjudicado está pendiente de una nueva intervención para la extracción de un trozo de cuchillo”.
