Castilla y León cerró el primer trimestre de 2013 con una deuda de 8.070 millones de euros, que supone el 14,7 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB), 3,4 puntos por debajo de la media nacional del 18,1 por ciento, según el informe publicado ayer por el Banco de España. La cifra refleja un crecimiento de 2.513 millones con respecto al mismo periodo de 2012, algo que se explica, según apuntó la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, por la colocación del 63,6% de las necesidades de financiación.
En términos de porcentaje sobre el PIB, se eleva del 10 al 14,7 por ciento. La deuda del conjunto de las autonomías se incrementó en el mismo periodo en 43.194 millones de euros, desde los 146.395 a los 189.589, un 29,5 por ciento más, y ha pasado del 13,8 por ciento del PIB al 18,1.
Del Olmo, puntualizó que el aumento de la deuda del conjunto de las autonomías en el primer trimestre del año, frente al cierre de 2012, fue sólo de 5.089 millones de euros, de los que el 94 por ciento, correspondió a las comunidades que no acudieron al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), entre ellas Castilla y León, junto a Aragón, Galicia, Madrid, Navarra, País Vasco. Así, incidió que en el primer trimestre del año, el principal motivo del aumento de la deuda de Castilla y León respecto al trimestre anterior es que incluye 550 millones que se formalizaron en enero, aprovechando el «buen tono» de los mercados financieros.
Esto significa que a esa fecha estaban cubiertas el 63,6 por ciento de las necesidades de financiación de la Junta para todo el ejercicio, porcentaje que a día de hoy ha subido hasta el 83,3 por ciento después de que la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, haya firmado nuevas operaciones por otros 170,7 millones entre mayo y junio. Es decir, que antes de alcanzar la primera mitad del año el Gobierno autonómico ha conseguido 720,7 millones de financiación de los 865 de endeudamiento previsto en los Presupuestos de 2013.
Pilar del Olmo incidió en que colocar esa deuda «ha permitido a la Comunidad ejecutar el presupuesto y pagar con normalidad». «Fue una buena decisión no acudir al FLA», dijo. La consejera remarcó que las autonomías que se acogieron al FLA «no han podido acudir a los mercados financieros», mientras que Castilla y León, mantiene la confianza y sus emisiones han sido un «éxito», a «intereses bastante más bajos que los que pagamos el año pasado».
A pesar de todo, Del Olmo quiso dejar claro que los datos facilitados «no son relevantes», porque lo importante es cómo se cierra el año. «Los datos decisivos y determinantes son los de 31 de diciembre», dijo, para remarcar que éstos dependen finalmente «de cuándo tengas que amortizar préstamos, y cuándo puedas o quieras emitir deuda» a lo largo del año.
La Consejería destacó que Castilla y León mantiene un «moderado» nivel de deuda en comparación con otras autonomías, tanto en términos absolutos como relativos, lo que certifica la «responsabilidad» con que el Gobierno regional utiliza esta fórmula extraordinaria de financiación.
De acuerdo con el balance del Banco de España, el endeudamiento del conjunto de las comunidades ascendía a 189.589 millones, que una vez más incluyen el mecanismo de pago a proveedores de 2012 y, por segunda vez, la deuda asociada al FLA y a determinados créditos comerciales cedidos. En todo caso, de esa cifra global únicamente el 4,3% ha sido aportado por Castilla y León.
