El Mar Muerto agoniza. La reducción en un 98 por ciento del caudal del río Jordán que lo alimenta y la sobreexplotación industrial para extraer sus minerales amenaza con hacer evaporarse una formación única.
Las aguas descienden al vertiginoso ritmo de un metro por año, lo que podría hacer desaparecer el lago en tan solo cuatro décadas, afirman. Sin embargo, otros predicen que nunca dejará de existir, gracias a los aportes de aguas subterráneas.
Los grupos de defensa del medio ambiente denuncian que ni Israel, ni Jordania ni la Autoridad Nacional Palestina están haciendo nada por conservar el lugar con menos altitud del planeta (416 metros bajo el nivel del mar), famoso por sus propiedades saludables y cosméticas y que posee una densidad de oxígeno aumentada.
«El mayor problema del Mar Muerto es que ya no recibe apenas agua del río Jordán», explicó Mira Edelstein, de la ONG Amigos de la Tierra Oriente Próximo.
El deterioro en las últimas décadas ha hecho que las zonas norte y sur del gran lago salino hayan quedado totalmente desconectadas. «De hecho, podemos hablar de que solo queda la parte septentrional, porque la meridional son piscinas industriales para recoger minerales», asegura.
graves problemas. Las empresas responsables de los estanques multiplican los problemas de este lago salino sin igual en el planeta. No solo extraen el potasio y otros minerales, disminuyendo su concentración, sino que utilizan para ello las piscinas de desecación, una técnica muy intensiva en agua que les obliga a sustraer el líquido de la parte norte del lago.
Además, no limpian el sedimento que queda depositado en el fondo de los estanques, lo que aumenta su nivel. Esto eleva el nivel del agua en esa parte, algo que ha puesto en riesgo la supervivencia de una quincena de hoteles de lujo situados en su orilla.
«La cuestión de los recintos es una línea roja para las autoridades y ha sido lo que ha hecho que al Gobierno empiece a preocuparle la situación», explica Eldestein.
El sistema judicial del país también ha comenzado a lidiar con el asunto y ha ordenado las explotaciones industriales que retiren el sedimento que se ha acumulado desde hace años.
Amigos de la Tierra, Salvar Nuestro Mar y otras organizaciones medioambientales luchan por conservar el lago. «Lo más importante sería rehabilitar el río Jordán y devolverle parte de su caudal, lo que se puede hacer disminuyendo el agua que se deriva simplemente con optimizar su uso». «También hay que obligar a las empresas contaminantes a que limpien sus deshechos y exigirles que utilicen métodos de extracción menos dañinos, como la tecnología de membranas», afirma la ecologista.
La tercera estrategia sería que la Unesco declare el lugar Patrimonio de la Humanidad, lo que exigiría la aprobación de una gestión conjunta.
El detalle
Un metro por año. El mayor problema del Mar Muerto es que apenas le llega agua del río Jordán. De los 1.300 millones de metros cúbicos que recibía en los años 50, hoy apenas obtiene 50 millones. Esto está provocando que su nivel disminuya un metro al año, lo que podría hacer desaparecer el lago en cuatro décadas.
