Guillermo es de La Lastrilla y ha pasado diez meses en Nueva Zelanda, nada menos. Como él dice “casi en el fin del mundo”, de ahí que no le asuste salir de Segovia, y de España, si fuera necesario, a ganarse la vida. Este profesor (de música y de Español para extranjeros) ha tenido incluso oportunidad de tomarse unas cervezas y charlar con miembros del clan de los Paniora, descendientes neozelandeses de un segoviano de Valverde del Majano que recaló en las antípodas hace casi doscientos años. Sobre el encuentro que mantuvo ayer el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, con segovianos que residen en el extranjero, asegura que le parece “una idea excelente, porque es una forma de conocernos entre nosotros, de promocionar Segovia en el exterior y de aportar ideas para mejorar la provincia”. Se le nota encantado con la experiencia y no duda en recomendársela a cualquiera: “Salir fuera de tu país y vivir otras culturas enriquece muchísimo”, dice, aunque ahora está buscando trabajo, de momento en España.