Hubo una vez un hombre bajito —no enano, sí bajito—, dado a la filosofía, que en reunión de filósofos más altos que él —no muy altos, pero sí altos—, solucionó la divagación que se planteó el grupo en una pregunta:
—¿Qué es la vida?
‘Es una aventura: vívela, siente, ama, ríe, llora, juega, gana, pierde, tropieza, pero siempre levántate y sigue’.
En ello estamos desde los siglos anteriores y sea por los siglos venideros. Amén.
Este relato que hoy les ‘presento’ tiene su reflejo en la España de nuestros pueblos. Aquellos y estos que lucharon por sobrevivir. A unos se les llevo el paso del tiempo, las circunstancias, la dejadez administrativa… Otros, los que quedan, buscan recovecos, nada fáciles de encontrar, para seguir en el día a día.
Les presento a Pinillos de Polendos, localidad situada a 18 Km. de la capital. En el tomo XIII del Diccionario Geográfico, Estadístico… —Pascual Madoz 1849—, se describe el pueblo segoviano que ya pertenecía administrativamente al de Escobar, cuya cercanía, 1.500 metros, llevó al popular dicho ‘de Pinillos a Escobar poco va’.
Han transcurrido 175 años. En el pueblo habitaban entonces ’46 vecinos (pecheros) y 60 almas’. Hoy, censo de 2020, son 55 los habitantes (hombres 32, mujeres 23). Desde 1970 la población ha disminuido en 21 personas.
Ha pasado el tiempo, se han consumido años y de lo que era el referido lugar recopilamos determinados datos recogidos en el citado diccionario ¿Ha cambiado mucho? Lean.
‘Pinillos se ubica sobre un terrenos llano, por lo que le combaten (azotan) todos los vientos, siendo el clima propenso a calenturas intermitentes’ (resfriados)… Su caserío: ‘hay veinte casas de mediana distribución y una fuente de buenas aguas, que utilizan los vecinos. La parroquia, aneja a la de Escobar, tiene como patrón a San Pablo’.
Son vecinos ‘de bien llevar’, ‘Escobar, Peñarrubias, Cabañas y Cantimpalos’. Su extensión es de media legua en todas direcciones. Comprende un pequeño monte de encinas de 12 obradas de regadío, con algunos árboles de fresno negrillo. Tiene, también, 15 huertos de hortalizas y escaso viñedo, siendo su terreno pedregoso y árido. A 500 pasos del pueblo lo atraviesa el río Polendos de escaso caudal’.
Su cabaña ganadera se sustentaba en ‘lanar, vacuno y de cerda. El término cría caza menor, pesca de cangrejos y peces pequeños’. Su término produce ‘trigo, cebada, centeno, vino, algarrobas, garbanzos…’.
Hace también referencia a las comunicaciones, ‘aquellas que van a pueblos limítrofes y una red que discurre en dirección de Segovia a Aranda de Duero’.
Los impuestos a recaudar anualmente entre la población lo había fijado la Administración Real en 38.478 reales, siendo la contribución por vecino del 20,72%.’
La primera aparición data del año 1247 (‘Piniellos de Polendos’), así consta en el archivo Catedral. Del mismo archivo, 1290, es ‘Piniellos de Scobar’. Su actual nombre es del año 1591. Así aparece en el libro de ‘Millones’ o ‘Censo de los Millones’ (1).
Un pueblo, Pinillos, humilde, y como tantos otros en la provincia con su misma ‘vocación’; con pobladores que en los distintos tiempos a través de su trabajo le hicieron permanecer en píe. Una sociedad rural pequeña, sí, pero orgullosa de su terruño, de su teleclub (2), de pasear al lado de su aprendiz de río…
Es lugar donde habitan y crecen cada día los vecinos de ayer y los que llegaron después. Su cabaña ganadera de vacuno, lanar, secaderos de jamón, obrador donde se talla magníficamente el cristal, su Venta (huevos, chorizo y lomo), aquella que fundara el señor Zurdo en el siglo XIX,… permanecen sobre su llanura.
Si Pinillos no se perdió en el camino ni pierde su identidad, se debe a sus trabajadoras gentes. Incluyendo a aquellas que con años —muchos— a sus espaldas, continúan roturando su pequeño terruño en la ribera de su río, para con lo que la tierra les devuelve, mantener la ilusión de vivir.
‘Nuestros pueblos, nuestra fortaleza’. Eslogan que con singular acierto han puesto en escena la Diputación Provincial en colaboración con ‘nuestro’ Guillermo Herrero, no debiera quedarse solo ahí.
Lo describió Antonio Machado: ‘Se hace camino al andar’. Pues eso.
(1) ‘Segovia y sus Mil Pueblos’, Martín Mesa. Ed. Derviche 2019
(2) El habitáculo acoge la semana cultural, muestras de teatro aficionado, reuniones de vecinos, juegos… Sociedad que permanece viva.
