La Capilla del Hospital de Convalecientes, ubicado en una parcela contigua al Hospital de la Misericordia, ha entrado en la Lista Roja del Patrimonio por encontrarse en riesgo de desaparición. Desde Hispania Nostra describen el estado de conservación del edificio como «pésimo» e indican que se trata de una «ruina sin consolidar«.
«La capilla, el único elemento visible desde la calle, tiene las cubiertas hundidas desde hace muchos años; también se aprecia que el muro norte ha colapsado. Los muros que quedan en pie, coronados por una buena cornisa labrada en piedra caliza, corren peligro por la filtración de agua. Además, el campanario corre riesgo de derrumbe», señalan en referencia a su estado de conservación.
El edificio, que forma parte del Conjunto Histórico de Segovia, se estableció en 1579 bajo la advocación de San Martín, denominado en 1597 Hospital de Nuestra Señora de la Soledad, y conocido popularmente como “Los Convalecientes”. Fue fundado por Juan Núñez de Riaza, médico y natural de Segovia, quien murió en 1579 sin hijos, ordenando en su testamento la fundación de “un hospital donde se recogiesen y amparasen los pobres que convalecientes y flacos salían del hospital general de la Misericordia, aunque curados, tan peligrosos en la flaqueza de la convalecencia, como en la fuerza de la enfermedad”.
En manos de los patronos, se compró el terreno y se construyó el edificio del hospital y su capilla en los primeros años del siglo XVII, según la traza realizada en 1600 por Pedro de Brizuela. La iglesia se consagró 1 de febrero de 1608. En 1875, ya abandonado, fue ocupado por una pequeña comunidad de ocho monjas Franciscanas de la Tercera Orden Regular procedentes del Monasterio de San Antonio el Real. El mal estado del edificio hizo que las religiosas dejaran el lugar poco después, instalándose en 1888 en lo que hoy es Convento de San Juan de Dios.
