Ha habido que esperar un año, y aunque las circunstancias sanitarias obligaron a aplazar la celebración de la fiesta de San Frutos, la espera parece haber merecido la pena. Así lo corroboraron las decenas de personas que llenaron en la noche del sábado el parque de El Peñascal para participar en uno de los actos más multitudinarios de las fiestas en el barrio que lleva el nombre del patrón de Segovia, donde la música fue la protagonista. Así, la edición de ‘San Frutrock’ de este año tuvo un especial sabor segoviano con un programa de conciertos de grupos de la tierra, integrados por bandas como Títeres o Alarmados; y que tuvo como colofón la actuación de Lujuria.
El frío de la noche no impidió que la banda liderada por Óscar Sancho transmitiera al público su energía reivindicativa con la puesta en escena de su disco ‘Y la yesca arderá’, en el que recrea a ritmo de heavy el poema ‘Los Comuneros’ de Luis López Álvarez en el que se narra la revuelta comunera. Entre canción y canción, el ‘frontman’ de Lujuria reivindicó la identidad de Castilla y la lucha por la libertad de los Comuneros, que sigue vigente 500 años después de la derrota de Villalar. Sin embargo, la reivindicación no restó ni un ápice de calidad a un concierto en el que la banda demostró que no ha perdido el pulso del mejor directo pese a la pandemia, reforzado en esta ocasión por antiguos componentes que colaboraron en el regreso de Lujuria a los escenarios.
La música siguió siendo protagonista en la víspera de la celebración de San Frutos, y el grupo de dulzainas ‘Aljibes’ paseó por el centro histórico con animados pasacalles durante el mediodía, y horas antes del milagroso paso de la hoja al filo de la medianoche, las bandas ‘El Puntillo Canalla’ y ‘Chicuelina Mascarilla’ ofrecieron un particular duelo en la Plaza Mayor.
