El empate que este sábado logró el Segosala Segobus frente al IES Coruxo seguramente es más doloroso que cualquiera de las tres derrotas que habían sufrido hasta la fecha en Liga. Frente a un gran rival como el conjunto vigués, los segovianos dieron muestras de ser ese equipo eléctrico capaz de superar a cualquier rival en cuestión de minutos, pero la mala defensa del portero jugador de los locales permitió al conjunto gallego rescatar un punto con el que sus jugadores apenas soñaban.
Tras unas primeras acciones asentándose en la cancha, el Segosala subió el ritmo, adelantándose en el marcador con un zurdazo de Pedro, aunque en cuanto los locales se tomaron un respiro el Coruxo empató el choque y se puso por delante con los tantos de Parra y Alberto.
Así que los de Ángel Zamora volvieron a apretar, con Pedro igualando el choque segundos después del 1-2, y posteriormente Monir volviendo a adelantar a los segovianos, que se fueron al descanso con una ventaja de 4-2.
La segunda parte comenzó con el Coruxo buscando un tempranero tanto que lo metiera de nuevo en el encuentro, pero sin acertar con sus ocasiones, algo que sí logró el Segosala en cuanto bajó la intensidad del cuadro gallego. Álex Rincón el que aprovechó un balón suelto en el área para hacer el 5-2 con el que los segovianos parecían encarrilar el choque, y más con el 6-2 a falta de ocho minutos para el final con un nuevo disparo exterior de Álex Rincón.
Cinco minutos para olvidar
Con cuatro goles de ventaja el partido parecía encarrilado. Pero el Coruxo no bajó los brazos, y a falta de cinco para el final, y ya con portero jugador sobre la cancha, Pablo Parra remató al segundo palo una rápida transición en la que los segovianos reclamaron falta por un codazo sobre Julio.
El golpe noqueó a todo el Segosala, un manojo de nervios desde entonces a merced del juego de cinco del equipo gallego. Una y otra vez, el Coruxo fue capaz de percutir por su costado derecho para encontrar peligrosas situaciones de remate. A falta de dos para el final, Alberto aprovechó un balón suelto en el área para fusilar por alto, y un minuto después, Pablo Parra transformaba un penalti que dejaba a los vigueses a tan solo un gol de distancia.
El Segosala era incapaz de mantener el balón en su poder y de frenar los ataques de su rival. Así llegó el empate logrado por Cristian en el último minuto con un lanzamiento que tocó ligeramente en un defensor.
