Un poco de enfado, y otro poco de resignación. Ese era el sentir de la familia del Balonmano Nava después del encuentro que en la noche del viernes el conjunto segoviano perdió frente al Bidasoa Irún, víctima de un bajón en su juego defensivo ante un oponente que supo llevar el partido a su terreno aprovechando las intervenciones de Sierra en la portería, y de Azkue, Salinas y Ugarte en el ataque.
Al finalizar el encuentro, Zupo se lamentaba por la derrota “porque un triunfo nos habría encumbrado entre los cuatro primeros de la clasificación. Pero el Bidasoa supo hacer su juego, después de una buena primera parte nosotros nos dejamos en el vestuario la intensidad defensiva, y cuando eso te falla en el ataque comienzas a ir un poco peor”.
PREOCUPA LA FALTA DE REACCIÓN
La falta de reacción en el equipo cuando el Bidasoa tomó el liderato en el marcador tras el descanso fue un hecho sorprendente, y más jugando en casa, algo que también extrañó al técnico, “porque en cuanto el rival se puso dos goles por delante, nos hemos dejado llevar. Cuando los jugadores comienzan a mirarse entre ellos ya hay problemas, y si a esto unes algunas pérdidas en ataque y que nuestra portería no funcionó como en el primer tiempo, al final llega la distancia que refleja el marcador. Bidasoa nos ganó la segunda parte del encuentro por ocho goles de diferencia, y eso no es normal. Hemos favorecido su trabajo ofensivo no defendiendo”.
La derrota deja al Viveros Herol séptimo en la tabla, pero todavía en una buena disposición clasificatoria, con cuatro y seis puntos de distancia con respecto a las posiciones de descenso que continúan marcando tanto el Sinfín como el Iberoquinoa Antequera, que cerraron la jornada perdiendo sus compromisos.
Llega ahora una semana larga de entrenamientos, puesto que el partido que medirá al Viveros Herol Nava con el Incarlopsa Cuenca en otro más que exigente enfrentamiento para los segovianos, se disputará a las doce de la mañana del próximo domingo.
