El Real Madrid ganó ayer al Rayo Vallecano (2-0) en un duelo en el que los blancos se complicaron la vida, tras la expulsión de Sergio Ramos por doble amarilla en el minuto 17 de la primera parte, pero aprovecharon la ventaja que otorgaron Morata y el propio Ramos al inicio del choque.
El conjunto blanco logró así su decimoquinto triunfo y suma una victoria más en el Santiago Bernabéu, donde lleva 34 encuentros consecutivos sin conocer la derrota en partido oficial. Además, Mourinho cumplió 100 partidos en la Liga como técnico, en un encuentro que, a pesar de todo, sirvió para sumar tres puntos.
El canterano Álvaro Morata que salió de titular y, tras tres minutos sobre el terreno de juego, en el primer balón que tocó hizo gol, pero más tarde en el minuto 26 se tuvo que retirar, ya que fue sustituido por Albiol para reformar a la defensa, tras la expulsión del sevillano Sergio Ramos.
La polémica vino precedida del colegiado andaluz Paradas Romeros, que en el minuto 17 echó a Ramos por doble amarilla, sacadas en dos minutos consecutivos. El último partido que este arbitro pitó al conjunto merengue fue en Marzo del 2012, en el que expulsó también a Özil por aplaudirle y a José Mourinho y Rui Faria. Luego en el minuto 74, el jugador del Rayo Lass tuvo que ver la segunda amarilla por una clara mano, y el árbitro se la perdonó.
El bloque local empezó muy enchufado, y en el minuto tres, Álvaro Morata metió el primer gol, a pase de Özil. En ese momento, los madridistas se fueron arriba y dispusieron de varias ocasiones de hacer el segundo. A los nueve minutos después del gol, tras una falta botada desde la derecha por el germano, Sergio Ramos hizo el segundo. Pero, cuando todo parecía que sería un recital blanco, Paradas Romero expulsó a Ramos.
A partir de ese momento, el Real Madrid desapareció del campo y no dispuso de ocasiones. El técnico luso hizo el primer cambio para recomponer a su equipo quitando al canterano Álvaro Morata por Raul Albiol. El conjunto de Paco Jémez no dispuso de ninguna ocasión clara en la primera parte para sobrepasar la portería de Diego López.
Tras la reanudación, ambos conjuntos siguieron en la misma tónica, el cuadro vallecano, teniendo el balón, y los blancos gozando de las oportunidades más claras. El tercer gol lo tuvo en sus botas Khedira, que llegó hasta la línea de fondo, pero su pase atrás no encontró a Kaká, que venía por la banda.
Aunque el equipo de Paco Jémez tuvo alguna ocasión, no estuvo afinado, y la ventaja que el Real Madrid obtuvo al inicio le valió para consumar el triunfo y pensar en el siguiente partido en Riazor.
