Con este concierto, ya tradicional en el curso musical de la ciudad de Segovia y con una buena respuesta de público, se ha celebrado este final de curso del Conservatorio de Segovia. Es un concierto donde vemos el progresar de los alumnos de nuestro Conservatorio, muchos conocidos o de familias conocidas, que han dedicado tantos esfuerzos y tanto tiempo, a adiestrarse en este difícil arte, pero que tantas compensaciones da, ésta es la mejor muestra. Los nervios, ante la presencia de público, pueden jugar una mala pasada pero, todo lo contrario, todos supieron convertirlo en un gran reto y darnos una lección de musicalidad. Cada uno según sus posibilidades de edad, tiempo de dedicación al instrumento y dotes para conectar con el público a través del difícil arte de la Música.
El programa se dividió en dos partes claramente diferenciadas, en la primera se presentaron nada menos que nueve pianistas jóvenes, que dejaron lo mejor de su arte y oficio en multitud de ejemplos de esas obras como Lemoine, Burgmüller e Ibert, que se usan en las clases de los conservatorios como ejercicios al lado de obras cortas de autores consagrados, que se usan en clases avanzadas, como Mendelsossohn, Chopin, Guridi, Liszt, Turina o Debussy.
Todos estuvieron muy bien, pero querría resaltar a Enrique Araque en una compleja obra de Jesús Guridi, la Carrasquilla de las danzas viejas. También a una Consolación, muy sentida, de Liszt a cargo de Mónica Gilarranz y una Bella Murciana de Turina, a cargo de la granjeña Ángela Montes. El nocturno de Chopin de Andrea García Torán fue extraordinario y las Pagodas de Patricia Martín dieron el toque impresionista y complicado, salvando el reto con sobresaliente.
La segunda parte estuvo dedicada al grupo de música de cámara. En primer lugar, siento no poder decir el nombre de la profesora, pues la verdad es que se ve su mano en todo el trabajo, trabajo serio de una música cadenciosa y cautivadora, como es la de Astor Piazzolla.
Se interpretaron el Romance del Diablo, de aire tan nostálgico junto al Invierno y al Verano porteños, una labor importante a cargo del piano de Andrea García Torán, el acordeón de Belén Riesco y el violín de Miguel Matarranz, acompañados a la guitarra por Miguel Fraile y al contrabajo por Alberto Navarro. Un buen conjunto del Conservatorio de Música que presenta una obra ejemplar de la música argentina del siglo XX.
FICHA:
Intérpretes: Valle Tejedor, Alberto García, Andrea Herrero, Carlos Morató, Enrique Araque, Mónica Gilarranz, Angela Montes, Andrea García y Patricia Martín, piano, Miguel Matarranz, violín; Belén Riesco, acordeón; Andrea García Torán, piano; Miguel Fraile; guitarra y Alberto Navarro, contrabajo
Obras de: varios autores y Astor Piazzolla
Fecha: Miércoles 22 de Junio de 2011
Lugar: Sala Caja Segovia
Organiza: Conservatorio Profesional de Música de Segovia
Patrocina: Caja Segovia. Obra Social y Cultural
