El mes de setiembre acabó en Segovia con la menor cifra de muertes relacionadas con el Covid-19 de toda la serie epimiológica tras finalizar con tan solo una defunción. Esta marca rebaja los números obtenidos por junio y julio de este año, que habían terminado con dos, y que hasta ahora figuraban con los datos de mortandad más reducidos.
A punto estuvo de convertirse en el primero sin registrar muertes, pero la acontecida el miércoles pasado le privó de esa posibilidad.
La provincia pasa por un periodo de baja mortandad e incidencia en la actualidad que ha permitido dar paso a uno de los momentos más sosegados de toda la pandemia.
Sin duda este periodo es consecuencia directa del avance de la campaña de vacunación, que ya ha llegado administrado la pauta completa al 78% de los segovianos. Esto ha permitido reducir la tasa de letalidad del coronavirus a pesar de las nuevas variantes, concentrando en los cuatro últimos meses tres de los registros más bajos de toda la serie histórica.
Si se atiende a los datos, el periodo de mayor mortandad en Segovia se concentró durante la primera y la tercera ola, seguida de lejos por la segunda que también dejó numerosas defunciones por Covid-19.
Si se atiende únicamente a las notificadas por la Junta, las muertes por Covid-19 en la provincia se produjeron: durante 2020 fueron 114 en abril, nueve en mayo, cuatro en junio, cinco en julio, cuatro en agosto, cuatro en septiembre, 15 en octubre, 18 en noviembre y 11 en diciembre; mientras en 2021 fueron 63 en enero, 33 en febrero, seis en marzo, siete en abril, cinco en mayo, dos en junio, dos en julio, seis en agosto y uno en septiembre.
De hecho, se suele dejar fuera de los datos a los meses de marzo y abril de 2020 al no ser fiables las cuentas de muertes y contagiados, muy posiblemente muchas más que las notificadas por aquel entonces.
Por su parte, la Junta cifra en estos momentos 994 muertes en Segovia ligadas al Covid-19, de las que 444 se dieron entre usuarios de las residencias de mayores. Situada esta cifra al lado de los cerca de 155.000 habitantes de la provincia, da una de las tasas más altas de mortandad por Covid de España, lo que demuestra el grave impacto del virus en el territorio.
De estas 994 muertes, un total de 887 se dieron entre personas mayores de 70 años, el 89,24%. Este alto porcentaje demuestra que la mayoría de los fallecimientos se han dado en las capas de mayor edad, siendo especialmente letal entre cuadros clínicos vulnerables.
La pandemia sigue vigente y continuará en las calles por todavía un tiempo indeterminado, pero lo cierto es que lo peor parece haber pasado. La inmunidad de grupo que reposa en los altos porcentajes de vacunados apuntan a una nueva fase epidemiológica donde se van a seguir dando defunciones y contagios aunque en mucha menor medida. Buena noticia dejar atrás año y medio de muertes, preocupaciones y restricciones.
Datos de contagiados
Los datos de septiembre también son bastante amables en cuanto a los positivos detectados. De esta forma, el noveno mes del año terminó con 184 infectados, lo que supone una reducción del 83,15% respecto a los 1.092 que acumuló agosto.
Septiembre vio decaer la quinta ola que se concentró en julio y agosto, dejando los mejores datos de incidencia del año y que solo han sido superados por los meses de junio y julio del año pasado, muy moderados a consecuencia del confinamiento domiciliario anterior.
La tendencia del mes ha sido claramente bajista, hasta el punto de alcanzar una estabilidad en los datos que ya se alarga por tres semanas, en torno a los 40 casos.
En los últimos días, la tendencia de positivos es moderadamente creciente, pero ninguno de los indicadores revela la posibilidad de que haya una explosión de casos que termine derivando en la sexta ola de coronavirus. Sin duda, responsabilidad de las vacunas.
El futuro se presenta halagüeño tanto en los datos de contagiados como en el de defunciones, ya que ambas estadísticas muestran una rebaja de las cifras inversamente proporcional al aumento de vacunas puestas.
