En el fútbol, como en todos los órdenes de la vida, hay que aprovechar el momento, y la Gimnástica Segoviana lo está haciendo de manera más que efectiva, sumando puntos en este inicio de temporada que le vienen muy bien para sacudirse la presión del recién llegado a una categoría que le va a presentar un buen número de partidos como el que ayer le ganó al Arosa, un más que buen equipo al que le falló la pólvora en la zona de peligro, porque en el resto de zonas del campo dio una gran sensación de bloque bien armado.
Señalaba Manu en la previa del partido que el guion perfecto pasaba por hacer un gran inicio y aprovechar la ocasión para ponerse por delante. Y de nuevo cumplió con esa premisa el conjunto gimnástico, muy dinámico en los primeros minutos y provocando varios saques de esquina bien defendidos por el rival, que en cuanto tuvo la ocasión mostró las garras en una falta botada por Mon directamente sobre el marco de Carmona, al que el palo echó una mano para evitar que la herida pasase de ser algo más que un mero arañazo.
Pese al peligroso lanzamiento del Arosa, al equipo gallego no se le notaba cómodo en el campo en estos primeros compases, mostrando alguna indecisión defensiva como la que le costó el 1-0, tras una acción ofensiva por el centro que terminó con el balón suelto en la frontal. Rafa Llorente no se lo pensó dos veces y enganchó un lanzamiento imparable para Manu Taboás. Golazo.
Reacción visitante
El gol espabiló sobremanera al Arosa, tanto como comenzó a mostrar a una Segoviana más ocupada en bajar las pulsaciones del partido, con Cidoncha demasiado intermitente en la medular, pero que cuando cogía la pelota ponía el criterio, y Manu sacando la escoba para barrer todas las segundas jugadas que se quedaban sueltas tras las combinaciones que los gallegos realizaban con su delantero Beda, al que sujetaba Javi Marcos con más de una dificultad.
La Segoviana pasó demasiado pronto a no controlar ni el balón ni el partido, algo a lo que no está acostumbrada en La Albuera, pero el trabajo defensivo evitaba que el peligro sobre el marco de Carmona se tradujera en ocasiones de gol. Otra cosa es que los azulgrana se empeñasen en provocar los ataques al corazón de los aficionados intentando jugar la pelota en zonas demasiado comprometidas cuando conseguían desbaratar la acción ofensiva de sus rivales, que presionando con insistencia lograban recuperar el esférico demasiado cerca del área local. Afortunadamente las consecuencias sobre el marco gimnástico no pasaron de algunos “ay ay ay” en la grada, e incluso en un contragolpe Rafa Llorente tuvo el 2-0 en sus botas, pero Manu Taboás le cerró bien los huecos.
El conjunto local supo sufrir para acabar con el partido a la contra frente a un oponente poderoso en el apartado físico, pero al que le faltó colmillo
El intermedio le vino bien a la Segoviana, que inició la segunda parte como hizo la primera, con Rafa Llorente intentando sorprender con su verticalidad, y Carmona sacando un libre directo lanzado por Mon. Pero el Arosa no tardó demasiado en volver a coger las riendas del partido, metiendo mucho ritmo a su fútbol y con una extraordinaria verticalidad en los desmarques de ruptura que obligaban a que las ayudas a la línea de cuatro zagueros fueran constantes. Precisamente por este hecho Javi Borrego no pudo brillar en ataque como en encuentros anteriores, y tanto Conde como Rafa Llorente se fueron apagando poco a poco acusando el desgaste.
Cambios necesarios
Manu lo vio claro, y tanto Nogueira como Szymanowski saltaron al campo para darle un poco más de oxígeno a la zona de creación azulgrana, muy presionada en todo momento por un rival físicamente un punto por encima, y poco después Nanclares dio descanso a un Adeva que poco a poco se va poniendo en forma, y que hizo una gran labor en la primera línea de presión, algo que pagó cuando tuvo la ocasión de culminar un par de contragolpes en los que no terminó de elegir bien.
Sin que la sensación de agobio fuera constante, porque el Arosa se tomaba sus minutos de respiro que aprovechaba la Segoviana para ir poco a poco afilando el cuchillo del contragolpe, sí es cierto que el balón rondó mucho más la portería de Carmona que la de Manu Taboás, aunque el portero gimnástico no tuvo que hacer ninguna intervención más que para golpear con los pies y blocar un saque de esquina. Del resto se encargaron sus compañeros, con Javi Marcos y Mansour a un muy buen nivel, el mismo que mostraron Adrián y Rubén en los laterales, a los que muy pocas veces ganaron la espalda.
Szymanowski pone el punto final
Aun así, en una de las pocas ocasiones en la que la defensa gimnástica se vio desbordada, el pase de la muerte tras un balón enviado en profundidad terminó con Porrúa enviando su remate alto desde la frontal del área. Fue la ocasión más clara del partido para el Arosa, que veía cerca el empate, pero que se encontraba con una Segoviana que siempre tenía un último recurso para dejar en nada sus acciones ofensivas.
A quince minutos del final, el entrenador del conjunto gallego, Jorge Otero, se jugó el todo por el todo sentando a su central Ross para dar entrada a otro atacante, dejando la puerta abierta para que Szymanowski entrara hasta la cocina, algo que logró ya en el tiempo de descuento, cuando una cabalgada suya desde el propio campo gimnástico acabó con el 2-0 tras una finalización en la que el argentino mostró su calidad. Así pudo la Segoviana aprovechar su buen momento con otros tres puntos, bien sudados ante un Arosa que demostró muy buenas maneras.
