El 30 de agosto se publicó el proyecto del Gobierno de la Ley de Memoria Democrática. En su Disposición adicional undécima, se dice: “En reconocimiento del sufrimiento padecido por las personas que fueron afectadas por la polio durante la pandemia que asoló a España a partir de los años cincuenta del siglo XX, el Gobierno promoverá investigaciones y estudios que esclarezcan la verdad de lo acaecido respecto de la expansión de la epidemia durante la dictadura franquista, así como las medidas de carácter sanitario y social en favor de las personas afectadas por la polio,….”. Vaya por delante mi solidaridad y afecto con aquellos que fallecieron o, con los que aún padecen secuelas, mi reconocimiento más profundo. Aquella pandemia, según datos recabados, “sacudió a la población infantil española entre 1956 y 1963, provocando graves discapacidades físicas en 12.000 niños y causó alrededor de 2.000 muertos” y dicen, que en buena parte se podía haber evitado, de haberse generalizado a tiempo alguna de las vacunas existentes.
Lo que se cuestiona de la calidad democrática de las instituciones y del Gobierno de la Nación el primero, “más que la democracia como forma de elección de los gobernante, …. es cómo se ejerce el poder y el comportamiento de quienes lo ejercen”. (Libro Blanco sobre la Calidad Democrática en España).
Sánchez prometió una Comisión de Investigación en el Congreso sobre la Pandemia del COVID, pero mintió con descaro, de forma impúdica y deshonesta, pues no está dispuesto a llevarla a cabo. Los españoles de ahora nos merecemos también una Memoria Democrática del presente, que investigue las responsabilidades de quién nos ha gobernado durante el COVID, o acaso ¿no hacer nada hasta el 8M del 2020 porque interesaba políticamente, negar la utilidad de las mascarillas, la incompetencia absoluta en la compra de materiales sanitarios de test y Epis, la caótica recogida de datos, la existencia de un comité de expertos que luego se vio que nunca existió, negar la cifra de más de 140.000 españoles fallecidos, ser España el país con mayor tasa de mortalidad o el de mayor tasa de contagio de sanitarios del mundo, o de los miles de españoles con secuelas del COVID, o de los cientos de miles de españoles que están sin trabajo o centenas de miles de empresas que ya están cerradas? Nos merecemos una Comisión de Investigación que nos diga que ha hecho nuestro Gobierno y, que se esclarezca la verdad de lo acaecido y del sufrimiento acaecido por los españoles respecto de la expansión de la pandemia del COVID durante el Gobierno social comunista de Pedro Sánchez y sus consecuencias sobre las personas, familias, sanitarios y todo el tejido empresarial español. Porque querer hacer una Memoria Democrática del pasado y no una del presente, es puro cinismo.
Por cierto, el Gobierno lleva recaudado este año 24.146 millones de euros de impuestos por la luz y lo único que hace para evitar sus consecuencias a los españoles es NADA.
(*) Diputado Nacional del PP por Segovia.
