Apenas quedan quince días para el 5 de diciembre, el elegido para la inauguración de los belenes que la Asociación de Belenistas de Cuéllar está creando. Muchas horas de trabajo, coordinación y esfuerzo harán posible que una de las capillas de la iglesia de San Miguel albergue un Belén castellano, y el convento de Santa Clara, uno de ambientación hebrea.
Vienen trabajando desde los primeros días del mes de octubre y ya suman 110 socios, aunque no todos se dedican a la creación de los belenes; aun así, el aumento de integrantes —de 70 a sobrepasar el centenar—, significa que la asociación se va haciendo un hueco más que digno en la villa. Divididos en dos grupos, unos 20 belenistas se reúnen para trabajar de 20.00 a 21.30 horas o de 21.30 a 00.00 horas, aunque nada les asegura la hora de salida cuanto más se acerca la fecha de inauguración. Fontaneros, electricistas, carpinteros, jóvenes y adultos, ataviados con sus batas blancas, aúnan esfuerzos para sorprender todo lo posible y, por qué no, alzarse con algún premio, como han logrado en otras ediciones.
Este año, como en anteriores, conseguirán innovar: jugarán con el agua, que no formará el típico río, sino una cascada, y los ambientes serán muy diferentes. Algunos de los materiales utilizados son corcho, placas de porexpán y bastante material reciclado, porque cualquier cosa se puede reutilizar y pasar a ser un elemento en la composición. Además, en esta edición se han comprado varias figuras de Montserrat Rives, la creadora del misterio del año pasado. Actualmente ya está toda la instalación de agua y luz finalizada, y las edificaciones, a las que no les falta el detalle más mínimo, ya dejan entrever la ambientación de los belenes. El día 5, el párroco y presidente de la asociación, Emilio Calvo, procederá a inaugurar las creaciones junto a los que se acerquen, y se mantendrán hasta principios de enero, dejando que miles de visitantes los disfruten. Como viene siendo habitual, ubicarán unas botijas en las que se pueden depositar donativos; estos exclusivamente irán destinados a la adquisición de nuevas figuras. Con la cuota de socio, 10 euros anuales, se comprará el material pertinente. Para unirse a este colectivo cualquier momento es bueno. Precisamente durante las exposiciones se dejarán folletos para captar socios y continuar creciendo.
