Apenas queda una semana para que los festejos de agosto programados por el Ayuntamiento de Cuéllar sean epicentro de actividad taurina en la comarca y hagan de la Plaza de Toros el centro neurálgico en unos días en los que Cuéllar se vuelca con el mundo del toro. La Peña Taurina ‘El Encierro’ ha hablado sobre estos tres festejos, dos corridas y una mixta para las que desde el martes se están vendiendo abonos en la taquilla de la Plaza.
Francisco Salamanca, presidente de la agrupación, comenta en primer lugar la buena noticia de recibir toros en la Plaza en cualquier momento; “apoyaremos cualquier festejo que se organice, porque ver toros de cualquier forma es continuar con el legado, la tradición, y hacer que no se olvide desde hace siglos”. Explica que lo ideal hubiera sido poder ver encierros en las calles, pero las circunstancias obligan a tomar medidas y esta es una “muy buena forma de devolver a los ganaderos eso que en otros años de bonanza ellos nos ofrecen”. Como en la feria de primavera, el cartel confeccionado es de carácter torista, predilección de la peña taurina. Para Salamanca y sus compañeros, es agradable esta línea iniciada en junio de apostar por ganaderías minoritarias, que este agosto se refleja en Cebada Gago y Pablo Mayoral.
De las reses señala su buena presencia, “con la seriedad de las de junio, esta es una continuación a esta feria y se ha creado un gran cartel”, indica. Asegura que las redes sociales están haciendo una muy buena labor de difusión para atraer a mucho público y que tenga la repercusión que hace dos meses logró: bares, restaurantes y comercios pudieron favorecerse de estos festejos, y así se espera para la semana que viene. “Es una feria muy interesante y a nivel aficionado puede atraer a gente del llamado ‘Valle del Terror’ de Madrid, de San Martín de Valdeiglesias y esa zona”, comentó. Afirma que le consta que llegará público francés y que hay expectación. “Si se siguen haciendo las cosas bien, algún día se podrá amortizar el festejo”, augura. Sin embargo, recuerda los errores del pasado que aun hoy en día traen cola: “atraer al aficionado cuesta mucho y echarlo muy poco”. Habla de recuperar a los abonados, se remonta años atrás cuando se pasó de 1.200 a menos de 300. “Cuéllar por sí sola no llenará la plaza” asevera, pero confía en que volverá porque “la gente vuelve a la plaza cuando se genera emoción”.
Los errores cometidos, como carteles poco llamativos, o “actuar como una empresa apocada, han generado un goteo que no vuelve”. No obstante, recalca que confía en esta manera de actuar, sobre todo en haber cumplido con el compromiso adoptado con los ganaderos en 2019. “Es una manera de resarcir a los ganaderos y de poner en valor el Cuéllar taurino, un nuevo comienzo que repercute en la imagen de la villa”; “el Ayuntamiento se podría haber lavado las manos pero ha cumplido el compromiso, es una forma de hacer bien las cosas”.
Sobre ganaderías y reses, las expectativas de los aficionados son buenas, a pesar de reconocer que los toros “a menudo enseñan que lo que parece no es”. Salamanca reconoce que además de la perspectiva con casas como la de Cebada Gago, que es “una pena no poder ver en las calles”, tiene ganas de comprobar también el comportamiento de Pablo Mayoral en el coso, dada la seriedad de las reses, “toros con mucho desarrollo córneo a los que ver embestir va a ser un espectáculo”.
Los astados pasarán esta semana a los corrales de la Plaza de Toros, que estarán totalmente abiertos para las reses, mejorando su comodidad tras las reformas hechas en los mismos durante este año. Afirma Salamanca que hay algo de miedo a que estén toda la semana ahí, lo que pueden repercutir en la querencia a toriles, pero esperan que se abran las puertas del coso por las noches para mayor movimiento de los toros, todo con el ánimo de que den lo máximo en la plaza ante los diestros elegidos.
La Plaza de Toros de Cuéllar calienta motores para las corridas esta misma noche con el Concurso de Cortes, Saltos y Quiebros, que pretende abrir boca ante un próximo fin de semana con mucha emoción taurina.
