Agentes de la Guardia Civil de Segovia, pertenecientes al servicio de Intervención de Armas y Explosivos, se incautaron el pasado lunes de 12 kilos de artificios pirotécnicos que se encontraban en el interior de un comercio de la localidad segoviana de Cantalejo, dispuestos para su venta pese a carecer de la autorización necesaria.
La Guardia Civil se personó en el establecimiento y, tras comprobar la existencia de los productos pirotécnicos, levantó la correspondiente acta de inspección y trasladó la totalidad de los productos incautados a un establecimiento autorizado a disposición de la autoridad. “Los productos incautados son de la clase I, II y III, que tienen una limitación de edad para su venta de 12, 16 y 18 años, respectivamente”, precisaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia.
Los de la clase I son de baja peligrosidad para su uso tanto dentro como fuera de edificios residenciales; los de clase II, de baja peligrosidad para ser utilizados al aire libre en zonas delimitadas; y los de clase III, de peligrosidad media para ser utilizados al aire libre en zonas de gran superficie. La venta de estos artificios sin autorización gubernativa constituye una infracción grave del Reglamento de Artículos Pirotécnicos y Cartuchería, y está sancionada con multas desde 300,51 hasta 30.000 euros y el posible cierre del establecimiento por un plazo de hasta seis meses.
El servicio de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil realiza inspecciones a lo largo del año en los establecimientos de venta de pirotecnia tanto en Segovia capital como en la provincia, intensificando estos controles en las fechas navideñas, que son más proclives a la utilización de estos productos.
