Dejando aparte que los partidos de pretemporada dan para lo que dan, los aficionados que se acercaron hasta el campo de La Albuera para presenciar el encuentro que protagonizaron la Gimnástica Segoviana y el Getafe B tuvieron la ocasión de ver las hechuras de un conjunto azulgrana que todavía tiene que coger mucho más ritmo, algo lógico teniendo en cuenta que todavía queda un mes para el inicio de la competición, pero que presentó novedades interesantes.
La primera de ellas es la del madrileño Rafa Llorente, que tiene mucha ‘pinta’ de jugador desequilibrante en cuanto se entienda un poco más con sus compañeros. La segunda pasa por el portero Lombo, que en una misma jugada demostró todas las virtudes y los defectos de su juventud, cuando tras una cesión de Almendáriz le devolvió la pelota en lugar de girarla hacia el lado contrario, permitiendo que el Getafe B tuviera ventaja en la presión y robara la bola. Pero el guardameta enmendó su error en dos ocasiones, salvando el mano a mano que propició la contra getafense, y el posterior remate desde la frontal en gran intervención.
Por lo demás, Manu González repartió minutos, y más teniendo en cuenta que el sábado hay partido contra el Zamora (a las 11 de la mañana), e hizo experimentos como el de Adrián como lateral izquierdo en una defensa absolutamente inédita con Almendáriz y Ánder como pareja de centrales y Borao ocupando el carril derecho con su habitual derroche físico.
Ocasiones, las justas
La primera parte apenas tuvo un par de ocasiones de gol por cada equipo, las ya narradas del Getafe B, y un lanzamiento desde la frontal de Conde al que respondió bien el guardameta visitante, más un envío alto de Nogueira también desde dentro del área. El resto del primer período transcurrió como se esperaba, con mucha voluntad, poco acierto y los habituales malos modos con los que algunos entrenadores pretenden hacerse valer en el mundo del fútbol.
Ya en la segunda parte llegó el habitual carrusel de cambios, mostrando la Segoviana un equipo algo más reconocible, aunque también con caras nuevas. El Getafe B estrelló un balón en el larguero, mientras que en el lado gimnástico las ocasiones más claras las tuvo el que casi siempre las tiene, un Dani Arribas que no pudo rematar bien dentro del área en la primera oportunidad, y que en la segunda se sacó un zurdazo marca de la casa que se encontró con la buena respuesta del portero. El resto del partido transcurrió entre detalles (un par de acciones individuales de Szymanowski, un par de giros en la mediapunta del joven Velázquez…) algo normal en un encuentro de preparación para batallas mucho más importantes.
