En la Plaza de la Armerías del Palacio Real de Madrid, hace pocas fechas se ha celebrado un segundo tributo a los fallecidos por causa del Covid, centrado más en esta nueva ocasión, presidida por los Reyes, como recuerdo a los 120 sanitarios fallecidos por causa de la enfermedad. La plantilla de Segovia también ha sufrido en sus carnes, por lo que todos tenemos que hacernos solidarios con este homenaje.
Este momento tan especial, aunque doloroso, me trae al recuerdo algunas cuestiones sanitarias muy presentes en nuestra ciudad, donde, como de costumbre, hay momentos en que un tema concreto se coge con toda fogosidad, con enfrentamientos, con tiras y aflojas, pero una vez pasados unos cuantos días, la cuestión se deja olvidada…o al menos de cara al público. Y me refiero expresamente al pedido, prometido, discutido, llevado y traído proyecto de un nuevo hospital para Segovia.
Cuando el Covid “apretó” de firme en la provincia, apareció la necesidad urgente de nuevas instalaciones, y se trató de poner remedio provisional con algunas ampliaciones posibles dentro del actual Complejo Hospitalario; incluso el Ejército montó junto a él una carpa que no fue preciso utilizar. Entonces se encendió la cosa y vinieron las “culpas” para unos y otros, hasta que la cuestión se fue pacificando ante las promesas que aparecieron. Pero en mi archivo no tengo nada nuevo sobre el tema desde que el día 22 del pasado mes de Mayo el delegado territorial de la Junta de Castilla y León manifestaba que el Ayuntamiento había perdido tiempo con el tema del suelo para el hospital, y al día siguiente, se publicó que el Ayuntamiento optaba por dar uso sanitario a la parcela aneja al centro “Antonio Machado”. En esos dos días, lluvia de opiniones y justificaciones y que tal y que cual…
Desde esas fechas, ni una nueva palabra ni referencia sobre el tema. Hasta que ¡por fin! el pasado sábado el presidente de la Junta de Castilla y León dejó abierta una puerta a la esperanza, al anunciar en nuestra ciudad que la Junta va a declarar de interés regional la ampliación del Complejo Hospitalario “para que sea realidad lo antes posible”. Ahora, a esperar que de las palabras a los hechos, haya poco trecho.
Como el asunto de la Sanidad preocupa cada día más a todos, y no solo por culpa de la pandemia, he aquí que el SACYL revuelve el pensamiento y la preocupación generales cuando en los primeros días de este mes de Julio anuncia que “reorganiza la Atención Primaria para hacerla equitativa”. Y añade que “con la reordenación que se va a acometer se asegurará que cada paciente tenga un médico y una enfermera fijos y estables siempre”. Pero, ¿es que no teníamos cada asegurado, hasta que llegó la pandemia, una tarjeta que daba derecho a la asistencia y, por supuesto, a que un médico o una enfermera prestaran atención personal, previa solicitud de cita y comunicación de fecha y hora para acudir al Centro de Salud correspondiente?
No es extraño, ante estas situaciones, que en diversas zonas de la provincia haya protestas frecuentes para pedir que se normalice de una vez el tema de la atención personal al paciente en ellas, que tienen situaciones similares a la capital. Y bien claro lo ha expresado una profesional sanitaria en este periódico: “No nos dejan de quitar médicos. Pero la realidad es que no los hay. Es un problema de planificación a largo plazo. Como tardan tanto en formarse, no disponemos de ellos. Y de los pocos que hay, ninguno quiere trabajar en la zona rural”.
Al referirme al Complejo Asistencial me vienen a la memoria otras cuestiones que no llego a entender: Por una parte, que siga cerrado el paso directo a Consultas Externas, y de otra, la “desmemoria” del profesional de la arquitectura que al diseñar el acceso a Hospitalización, “olvidara” que desde la calzada hasta la puerta giratoria hay un largo espacio que se debe recorrer “a pecho descubierto”, con sol, lluvia o nieve, sin disponer de una cubierta que proteja esa distancia.
¡O sea, un fenomenal ejemplo de facilitar la accesibilidad, ahora tan en moda y tan en boca de todos los que dicen que hay que hacer bien las cosas!
