El Real Madrid se colocó ayer líder provisional de la Liga a la espera de lo que haga mañana el Villarreal frente al Hércules, gracias a una merecida victoria contra al Málaga por un rotundo 1-4.
El duelo sonaba a portugués. El técnico anfitrión, Jesualdo Ferreira, se medía a su homólogo José Mourinho. Además, las plantillas contaban con Edinho, Carvalho, Pepe, Cristiano Ronaldo, Duda y Eliseu, aunque algunos de ellos no jugaron.
Del mismo encuentro de la pasada temporada, en el que los andaluces consiguieron la permanencia y los de Concha Espina se quedaron sin título, no quedaban demasiados efectivos, por las numerosas variaciones que se produjeron en verano: solo repitieron Gámez, Fernando, Apoño, Casillas, Marcelo, Xabi Alonso, Cristiano Ronaldo e Higuaín.
En realidad, la lucha duró lo que tardaron los visitantes en anotar el primer gol. Antes de lograrlo a la media hora de acción, ya lo habían buscado con ahínco, puesto que dominaron desde los primeros compases.
Gonzalo Higuaín y Cristiano Ronaldo acabaron con cualquier opción de sorpresa para el Málaga. Se asociaron a la perfección y concluyeron la contienda con dos tantos cada uno. El ex del Manchester United firmó uno de ellos de penalti.
El partido fue tan plácido que incluso hubo tiempo para que retornara Pedro León.
En otro orden de cosas, cabe resaltar que, hace algunos días, Mourinho solicitó que Zinedine Zidane trabajara más cerca de él. El portugués no ha tardado en conseguir lo que deseaba.
El ex centrocampista francés admitió ayer que, en la práctica, dejará de actuar como consejero personal del presidente del Madrid, Florentino Pérez, para colaborar intensamente con el preparador luso. Se convertirá también en un enlace entre el primer equipo y la directiva.
El galo señaló que la forma en la que se concretará su labor «se apreciará en las próximas semanas», pero confirmó que no se sentará en el banquillo durante los partidos del conjunto blanco.
El antiguo internacional garantizó su satisfacción por el cambio, puesto que quiere «estar lo más dentro posible de la estructura del club» ‘merengue’.
Además, el Madrid intentó arreglar, al menos en parte, la polémica que creó Mourinho el viernes, y en la que le secundó su homólogo del Barça, Pep Guardiola, cuando recalcó que ninguno de los integrantes de la plantilla de Concha Espina podría asistir a la entrega del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.
El director general de la entidad, Jorge Valdano, confirmó ayer que el arquero Íker Casillas, capitán de la selección española, a la que se concedió el galardón, sí acudirá a Oviedo.
