El lehendakari, Patxi López, afirmó ayer que costará que se visualice que el Gobierno vasco gestiona «de manera adecuada» y reconoce que igual están teniendo «dificultades y problemas al comunicar».
En una entrevista a un diario regional, ante los datos del Euskobarómetro que evidenciaban que el 71 por ciento de los vascos no confía en la gestión del Ejecutivo de Vitoria, sostuvo que es un «dato que no agrada a nadie, pero las encuestas son relativas y de todas se pueden sacar conclusiones y aprender algo».
Tras indicar que la popularidad de cualquier administración desciende en tiempos de crisis económica, se mostró convencido de que las cifras irán mejorando a medida que pase el tiempo, porque, «si se compara departamento por departamento, la gestión de este Gobierno aprueba con nota».
A su juicio, costará que se visualice que este Gabinete está utilizando «todas las herramientas del autogobierno para resolver problemas».
López indicó que, seguramente, también están haciendo «algo mal» y añadió que, si la gestión la están haciendo bien, «igual es que tenemos dificultades y problemas al comunicar y trasladar a la ciudadanía todo lo que hacemos». «Es algo que hay que corregir», añadió.
Tras negar que su Gobierno actúe a impulsos, declaró que la gestión ha sido «intensa» y recordó que han desarrollado planes para ayudar a sectores en crisis, se ha impulsado la Y vasca, además de iniciativas «que el PNV rechazaba y ahora pide que se amplíen».
López indicó que han sido capaces de demostrar que el Ejecutivo es «tranversal», porque han logrado acordar con PP, PNV, y ELA y no se hacen «políticas contra nadie».
El lehendakari reconoció que la gente prefiere un pacto PSE-PNV y sostuvo que «ya ocurría con Juan José Ibarretxe». «Pero estoy convencido de que ese rechazo inicial al acuerdo con el PP también se está diluyendo», agregó.
El socialista manifestó que el Partido Popular está haciendo una «política inteligente» en Euskadi, adaptándose a la «peculiaridad del país». «Estamos observando actitudes que no veíamos antes y eso va a ayudar a eliminar rechazos. Creo que se está ajustando a lo que tiene que ser una derecha civilizada y europea. Pero tenemos muchas diferencias con ellos», añadió.
López aseguró que, en absoluto, se siente «atado» por Antonio Basagoiti, sino que se siente obligado a mantener «un permanente estado de diálogo con el PP», pero también con otros partidos.
El lehendakari afirmó que su margen de maniobra no lo limita el PP, sino el hecho de tener que hacer unos Presupuestos para 2010 con los recursos de 2005. «Eso sí que recorta el margen de maniobra».
Asimismo, manifestó que están convencidos de que el cambio que están haciendo e introduciendo «requiere más tiempo para ser entendido en su dimensión» y, por otra parte, aseguró no compartir las palabras del eurodiputado socialista Ramón Jáuregui cuando dijo que al Gobierno vasco le faltaba definir su modelo de país.
reforma estatutaria. López comentó que se plantean hacer una Euskadi «sostenible y solidaria» y, para ello, es necesario un nuevo modelo de crecimiento económico, educativo, sanitario, de transmisión del conocimiento. El lehendakari precisó que, a mediados de enero, posiblemente presentarán medidas en su conjunto para «visualizarlas mejor».
Al ser preguntado si se ve en el papel del presidente de la Generalitat, José Montilla, con enfrentamientos con Zapatero, afirmó que se ve como Patxi López y añadió que no tiene que buscar «posicionamientos contra nadie» y nunca va a buscar «distancias artificiales para definir mi posición». «Serán las circunstancias las que me hagan adoptar un papel u otro», dijo.
Por otra parte, manifestó que no se cierra a una reforma estatutaria, pero «hay que definir qué objetivos persigue». A su juicio, tiene que ser para profundizar en el autogobierno, reforzar la convivencia y mejorar los pactos. López indicaó que se necesita «voluntad» y se hará «cuando sea posible».
