Desde los cuatro puntos cardinales de España se anuncian recortes en la decoración navideña de calles y plazas. En Madrid, el presupuesto para engalanar este año las vías públicas ha caído un 80% con respecto al de 2007 (de 4,8 millones de euros hace un lustro a 1,8 ahora). Barcelona también reduce el gasto, de forma moderada, para dejarlo en 1,4 millones. En Valencia, la inversión en este capítulo será un 20% menor a la de 2011; en Palma de Mallorca, un 34%. Y muchos ayuntamientos, asfixiados por la crisis económica, han optado por cortar por lo sano, renunciando al ornato navideño. El de Silleda (Asturias) es uno de ellos.
Mientras esto ocurre, Arcones ha decidido ir contracorriente y echar el resto para ornamentar el pueblo en Navidad. “Queremos que nuestra decoración navideña se convierta en un atractivo que permita promocionar Arcones”, señala, una y otra vez, su alcaldesa, Laureana Martín (PSOE). La originalidad de la idea radica en que, a falta de presupuesto para adquirir motivos ornamentales, iluminación navideña o grandes pinos, Arcones ha resuelto recurrir a uno de sus recursos más infrautilizados, el del acebo, y con la inestimable colaboración vecinal, embellecer durante las próximas semanas el pueblo.
Aunque cuando se habla de acebo en la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama siempre se hace referencia al acebal de Prádena —considerado el más meridional de España—, el área de distribución de este árbol en Segovia no se ciñe únicamente a ese término municipal. “Aquí hay muchísimos acebos”, sostiene la regidora de Arcones. Sobre todo, en ‘La Dehesa’. Pero también aparecen diseminados en otros parajes de la falda serrana.
El acebo, un árbol vinculado a la Navidad, se encuentra en esta época del año en su mayor esplendor. Sus hojas, de color verde brillante y contorno espinoso, resultan inconfundibles. Sus frutos comienzan a madurar en los últimos días de octubre, adquiriendo un color rojo intenso que perdura hasta finales de enero.
La gran belleza de las hojas y los frutos de los acebos estimuló su sobreexplotación, hasta que Europa empezó a aprobar medidas proteccionistas. De igual forma, la Junta protegió los acebos (Decreto 341 / 1991, de 28 de noviembre), controlando sus podas, que ahora deben estar siempre supervisadas por la Consejería de Medio Ambiente.
Siguiendo el modelo iniciado por el Ayuntamiento de Prádena, que tradicionalmente solicitaba un permiso al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta para extraer ramas de acebo y, después, convocaba un concurso para adjudicar ese aprovechamiento, Arcones ha querido este año sacar un rendimiento de sus árboles.
Como es lógico, la autorización de la Junta ha tenido en cuenta la cantidad y el estado de los acebos de Arcones. Así, el pueblo tiene permiso para extraer 600 kilos de ramas de acebo, una cifra muy inferior a la que el año se permitió a Prádena, que fue de 2.500.
Sin embargo, el posterior concurso para adjudicar las ramas de acebo de Arcones ha resultado fallido. “No ha habido ninguna empresa que se quedara con ello”, lamenta Martín. En vista de lo cual, desde el Ayuntamiento se decidió buscar una alternativa. “Me parecía un desperdicio que teniendo derecho a esas ramas de acebo no se fueran a utilizar”, defiende la alcaldesa. Así que surgió una idea. La de decorar “todo el pueblo” con acebo e intentar vender las ramas sobrantes.
Los vecinos han acogido la iniciativa “con entusiasmo” y, en los últimos días, después de que los alguaciles comenzaran las labores de corta de las ramas, un nutrido grupo se está reuniendo en el ‘Centro Social’ para confeccionar los adornos, que serán instalados en los exteriores de las casas —puertas, balcones y ventanas, principalmente— el 6 de diciembre. Al parecer, las guirnaldas serán el motivo más repetido. El acebo sobrante será vendido el próximo fin de semana en la Plaza Mayor, en dos formatos diferentes. Los ‘centros’ de acebo, a 15 euros. Las ramitas pequeñas, a dos euros.
La alcaldesa insistió, para tranquilizar a los posibles compradores, que la extracción de ramas no provoca daño a los árboles. “No perjudicamos a los acebos —subrayó—, cortamos como máximo 20 centímetros de las ramas, lo que permite su regeneración”. Ella está convencida que, con esta acción, se conseguirán varios objetivos, los de que Arcones quede “precioso” y se hable del pueblo en todas partes y, por otra parte, recibir un dinerillo que, tal y como está la cosa, no vendrá nada mal.
Usos del árbol
Los vecinos de Prádena suelen decir que con la madera de sus acebos se construyeron las ventanas del Palacio Real de Madrid. Los vecinos de la comarca utilizaban, antaño, la corteza de los acebos para, después de dos cocciones, fabricar liga con la que cazar pájaros. Otro de los usos del acebo es para fabricar palos de danzantes, por el agradable sonido de su madera.