Hace ya años que varios segovianos vienen ofreciendo a la ciudad, o provincia, algunas de las colecciones de diversidad de objetos que han ido acumulando en sus propiedades a lo largo de mucho tiempo.
Han sido paisanos nuestros de siempre aficionados a esta actividad, y a veces hasta devoción del coleccionismo, incluso “por culpa” de un negocio que les ha convertido en empresarios; afición que en la mayoría de los casos tiene relación con el arte en sus más diversas y variadas formas.
Me dirán que los anticuarios son también coleccionistas: Desde luego, pero no me refiero ahora a estos buenos profesionales que trabajan en la compra y venta de todo tipo de artículos y objetos que también son atracción de muchas personas.
En esta ocasión me refiero a los segovianos que por capricho o buen gusto han venido realizando colecciones de muy diverso género.
Hace años que la Filatelia era una actividad y entretenimiento practicada por muchas personas, por lo que aparte de los estamentos oficiales, en numerosas localidades se celebraban frecuentemente mercados filatélicos. Se llegaron a formar numerosas y muy importantes colecciones de sellos, tanto nacionales como extranjeros.
Y no digamos aquellas animosas colecciones de cromos de futbolistas, ciclistas, animales, etc. que constituían uno de los pasatiempos juveniles de hace ya varias décadas. O las mismas colecciones que se hacían de gusanos de seda, aunque estas exigían más atenciones.
No; ahora me refiero a las colecciones ofrecidas a la ciudad y a la provincia, a lo largo de unos años.
En nuestro recuerdo sigue la estupenda y amplia colección de antiguos juguetes que hace años ofreció la ya desaparecida Juguetería La Infantil, a través de su tan conocido y buen amigo Goyo. Y solo con la condición de que “alguien” aportara un local lo suficientemente amplio para acoger los miles de juguetes con los que cuenta la colección.
Este recuerdo de los juguetes de Goyo se me actualiza cuando, una vez más y hasta ahora con resultado negativo han venido ofertando a lo largo de los años algunas de sus numerosas y valiosas colecciones.
Una pintoresca y espléndida serie de botijos, “cacharro” tan típico español, propiedad suya, continúa expuesta en el patio de columnas de la Diputación Provincial, donde se pueden contemplar y admirar hasta el próximo mes de agosto.
Ismael posee desde hace años importantes colecciones de instrumentos musicales típicos, trajes regionales y nacionales españoles y extranjeros y de otras variadas temáticas algunas ya ofrecidas a su tierra, repito que sin aceptación; y creo recordar que ante la ya falta de espacio en sus propiedades, ha obsequiado con alguna de ellas, ante el pasotismo segoviano, a otras localidades de fuera de nuestra provincia.
¿No podría ser ahora una buena ocasión, con la presencia de sus artísticos botijos aquí, que algo de su imaginaria agua refrescase la memoria de algún posible valedor?
