Estaba pensando sobre qué tema escribir mi artículo quincenal, cuando me llega un WhatsApp de mi buen amigo Carlos Martín Pérez, dándome a conocer el Manifiesto y la campaña “Por una sociedad más amable” lanzada por FUTUDIS (Fundación tutelar de personas con discapacidad intelectual).
Esta Fundación apoya a más de 520 personas con discapacidad intelectual en Castilla y León. Cada año, sin embargo, se ven obligados a rechazar el 70% de las peticiones de apoyo que reciben, principalmente por la falta de medios económicos, debido al modelo de intervención que defienden que, según Ignacio Serrano García, Presidente del Patronato de FUTUDIS, “es un modelo centrado en cada persona y en sus preferencias, donde es ella misma quien elige. Este modelo se centra en proporcionar y procurar los apoyos que permiten a la persona con discapacidad intelectual acercarse a la vida que desea tener.”
Después de reconocer que vivimos en una sociedad cada vez más compleja e individualista, que a veces deja personas atrás y las dificultades que tienen las personas con una discapacidad intelectual en la gestión de las actividades de su vida diaria, en el manifiesto que han publicado “aspiran a una sociedad más amable y sencilla, en la que empresas, administraciones y los propios ciudadanos nos hagamos la vida más fácil los unos a los otros, por lo que “todos debemos trabajar por mejorar esta sociedad, teniendo en cuenta especialmente a las personas con discapacidad a fin de garantizar la ciudadanía plena”.
Quieren “un mundo más sencillo de entender, en especial para las personas con discapacidad intelectual. Que se puedan desenvolver en su entorno, que conozcan y comprendan lo que afecta a su situación legal, acercarles la justicia y los textos jurídicos que les afectan. Que entiendan cuáles son sus derechos. Que conozcan y comprendan sus sentencias para que puedan decidir si se ajustan o no a sus realidades”.
Para ello reclaman “el uso en los textos de un lenguaje sencillo y claro. Que cualquier institución, ya sea pública o privada, haga un esfuerzo por elaborar documentos en versiones que sean comprensibles para todos, no solo para las personas con discapacidad intelectual, sino para el conjunto de los ciudadanos, no en un lenguaje infantil o coloquial, sino una información clara y bien estructurada”.
Y nos llaman la atención sobre un hecho indiscutible: “porque todas las personas necesitamos tener amig@s, queremos llenar el vacío de amistad que en muchas ocasiones viven las personas que apoyamos. A todos nos hace falta tener alguien en quien apoyarnos, alguien con quien compartir una alegría o un mal momento. Se dice que la familia no se elige pero los amigos sí. Sin embargo, las personas con discapacidad intelectual que apoyamos no suelen poder elegir, porque a menudo no tienen ni un solo amigo. Normalmente, solo se relacionan con su familia, si es que la tienen, y con los profesionales que les prestan servicios. Viven una soledad no deseada”. Es una triste constatación.
Por eso, “al tiempo que nos piden conocer, interesarnos y estar cerca de las personas con discapacidad intelectual, reclaman una sociedad abierta y amigable para estas personas. Está en la mano de cada uno de nosotros conseguir su inclusión plena en la sociedad.
Son personas que tienen sus propias inquietudes, deseos y aspiraciones, que les gusta ir al cine, sentirse queridos, practicar un deporte o leer un libro. Y como a cualquier otra persona, si es en compañía de alguien a quien pueden llamar amigo o amiga, mucho mejor”.
Nos invitan a participar en lo que llaman “La Cadena de la Amistad” con un bello gesto: regalar una orquídea a una persona a la que apreciemos, con lo que estaremos apoyando la labor de FUTUDIS, a la que se destinará al menos el 10% del valor de cada orquídea, que se puede adquirir en Segovia en la floristería Lilium en el Barrio de Nueva Segovia, para que las personas con discapacidad intelectual puedan tener una vida plena y se sientan queridas y respetadas. Son gestos que ayudan a humanizar nuestras relaciones y a humanizarnos, que buena falta nos hace.
