El delantero canario Rubén Castro dio vida al Real Betis, con dos goles en poco más de tres minutos, para derrotar ayer (2-1) a un Valencia poderoso en juego y romper así una espiral negativa de 10 jornadas consecutivas sin ganar.
La primera parte fue de un mayor dominio visitante, merced al control en la zona de medios de Toni Costa, equipo que demostró una mejor disposición táctica y calidad en sus jugadores.
El conjunto levantino pudo adelantarse en el minuto nueve, en un balón en profundidad al que no llegó Nacho y Soldado se topó con Casto, que desvió a córner el lanzamiento del ariete valencianista.
El Betis también tuvo una clara ocasión, en el minuto 14, en contragolpe con balón al paraguayo Roque Santa Cruz que se demoró en su remate y propició el rechace de un defensa a córner.
Hasta el final del primer período el Valencia mantuvo su control, aunque sin poner en excesivo peligro al meta Casto, ante un adversario que solo tuvo el recurso de acciones aisladas y también sin mucho peligro ante Diego Alves.
En el segundo tiempo, el cuadro local salió con más ambición y merodeó con insistencia el área de Alves, con ocasiones como las de Beñat, en lanzamiento de falta; la de Pozuelo, desviado, y de Rubén Castro, que chutó un balonazo demasiado alto.
Sin embargo, en una de las hasta entonces pocas aproximaciones del Valencia en este periodo, Soldado aprovechó la enésima indecisión de la zaga bética para batir a Casto desde cerca (0-1).
A los 74 minutos, Santa Cruz, tuvo en sus botas batir a Dani Alves, pero su remate inocente, desde cerca, no fue problema.
Pero la ambición del Betis hizo que el rumbo de la contienda cambiara en tres minutos, los justos para que Ruben Castro marcara dos goles y dejara al Valencia con la miel en los labios.
