Hace unos días, el presidente de la asociación Taller Cultural de Fuentepelayo hizo una doble visita a los distintos centros que la Fundación Personas tiene en Segovia y en Cuéllar para la atención de personas con capacidades diferentes. El motivo de estas reuniones institucionales se encontró en la entrega de distintos reconocimientos por la participación de una treintena de sus usuarios en los Premios Nacionales “Platero” de Poesía Especial que promueve la citada asociación con el patrocinio de la Fundación Caja Cega de Fuentepelayo y la colaboración del ayuntamiento de la villa y de Cajaviva Caja Rural.
En la capital de la provincia y acompañado de Maximiliano Viloria y de José Ignacio Matesanz como presidente y director, respectivamente, de Fundación Personas. El máximo responsable del Taller Cultural de Fuentepelayo entregó unos recuerdos conmemorativos a los participantes en los tradicionales “Plateros”. La adversa climatología obligó a hacer el acto en el propio gimnasio del centro con la presencia de un centenar de usuarios y trabajadores del centro. Después de visitar lo centros de La Lastrilla, el presidente del Taller Cultural de Fuentepelayo se desplazó hasta Cuéllar para pasar una mañana con los usuarios del Centro de Día y con quienes desempeñan distintas tareas en los Talleres Ocupacionales.
En esta ocasión, Juan Cruz Serrano disfrutó de las atenciones de Marta Madroño, como directora de la institución, y de Manoli Pascual como máxima responsable del Centro de Día. En cuanto a las personas con capacidades diferentes del centro cuellarano, hay que señalar que algunos de los participantes leyeron sus propias poesías para dejar constancia de su creatividad. Incluso se atrevieron a escenificar diversos pasajes de su obra teatral y se animaron a entonar diferentes canciones para dejar patente su experiencia reiterada en los festivales que se desarrollan desde hace más de veinte años; las Muestras de Villancicos y de Teatro Especial que cada año se celebran en Fuentepelayo son cita obligada para ellos, y aunque la pandemia las ha suspendido, su espíritu sigue vivo para cuando se retomen.
Con estas visitas, se trata de hacer visible ante la sociedad la apuesta por una normalización inclusiva de las personas con discapacidades psíquicas e intelectuales, capacidades diferentes.
