El nuevo reglamento de la Denominación de Origen Ribera del Duero, aprobada por la Consejería de Agricultura y Ganadería, favorecerá una gestión más moderna de este sello de calidad vitivinícola que abarca un centenar de municipios en las provincias de Burgos, Valladolid, Segovia y Soria.
Al margen de una adaptación a la legislación vigente, que es otro de sus objetivos, la nueva normativa delegará una mayor responsabilidad en los operadores e implantará sistemas de control más eficaces y de mayores garantías para los mercados y consumidores, han informado este miércoles fuentes de la administración autonómica.
El Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) publica este jueves la orden del nuevo reglamento de una denominación de origen creada el 21 de julio de 1982, hace casi tres décadas, y que actualiza la modificación realizada en 1992 para acomodarlo a las exigencias derivadas de la entrada de España en la entonces Comunidad Económica Europea, hoy UE.
Esta última modificación viene obligada, según las mismas fuentes, por las últimas disposiciones legales sobre el vino y técnicos en lo que al funcionamiento de estas figuras de calidad se refiere, caso de la última actualización de la Ley de la Viña y el Vino de Castilla y León por la Ley Agraria de esta comunidad autónoma, en vigor desde enero de 2019.
Entre otros aspectos, el nuevo reglamento actualiza el funcionamiento de los registros del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, relativo a parcelas de viñedo y de bodegas, lo que permitirá una gestión más ágil de este instrumento de control y una mayor implicación de los operadores mediante la declaración responsable.
Instaurará además el Área de Certificación del Consejo Regulador, encargado de desarrollar las actividades propias de un organismo de certificación de producto, y simplificará el sistema de declaraciones para el control por parte de las bodegas.
“Con esta nueva reglamentación se pretende una gestión más moderna de la Denominación de Origen, atribuyendo una mayor responsabilidad a los operadores y la implantación de sistemas de control más eficaces y con mayores garantías para los mercados y los consumidores”, ha resumido el consejero de Agricultura y Ganadería, Jesús Julio Carnero, a través de una nota difundida esta semana.
Unas trescientas bodegas aglutina en la actualidad la DO Ribera del Duero con una superficie de viñedo aproximada de 24.000 hectáreas en 102 términos municipales de las provincias de Burgos (60), Valladolid (19), Soria (19) y Segovia (4). Su extensión geográfica abarca una franja territorial de 115 kilómetros de longitud y 35 de anchura con el eje del río Duero.
