Los municipios rurales con riesgo despoblación padecen unas dificultades acentuadas en el acceso a los servicios públicos. Sin embargo, en Segovia la población se concentra en la capital y en su área limítrofe por ese arrastre positivo en materia de concentración urbana de la población.
La pandemia del Covid-19 ha acelerado de forma súbita la implantación del teletrabajo, que reduce de facto los costes de desplazamiento entre ciudades y zonas rurales, en la medida en que no sea necesaria la presencia del trabajador en su puesto habitual de forma continuada. De esta forma, los municipios rurales podrían atraer a una parte de los trabajadores de las ciudades e iniciar un crecimiento rural, que debería acompañarse por la provisión de determinados servicios.
Sin embargo, este fenómeno no podrá por sí solo evitar el grave problema de la despoblación, cuando además a partir del año 2011, las ciudades españolas, de menor tamaño, como Segovia, perdieron población, debido a las migraciones interiores hacia ciudades más grandes. Unos flujos migratorios de la población más joven, una población entre 18 y 39 años que se traslada a las ciudades más grandes, atraída por mayores salarios derivados de unos niveles altos de productividad de las empresas. Una población que se beneficia de la provisión eficiente de unos niveles de servicios en las ciudades de mayor tamaño, a cambio de pagar un coste elevado en el acceso a la vivienda.
Los flujos migratorios desde las ciudades de menor tamaño hacia las grandes urbes se producen, en su mayor parte, entre población joven, en busca de mejores oportunidades profesionales, así como de una mayor oferta de ocio y de comodidades. Unas ciudades que buscan trabajadores más cualificados, aunque estos trabajadores deban soportar unos mayores costes de vida.
En el año 2020, la provincia de Segovia contaba con una población de 153.478 habitantes y 209 municipios. Sin embargo, 12 Ayuntamientos contaban con menos de 25 habitantes (5,74%), 29 entre 26 y 50 habitantes (13,88%), 39 entre 51 y 100 habitantes (18,88%), y 29 entre 101 y 150 habitantes. Es decir, el 52,15% de los Ayuntamientos de Segovia tiene menos de 150 habitantes. Mientras que el 80% de los Ayuntamientos cuentan con menos de 300 habitantes. Unas cifras dramáticas.
Segovia es el único municipio con mas de 10.000 habitantes (52.057h), donde se concentra la población junto con su zona de influencia: La Lastrilla (4.020h), San Cristóbal (3.080h), Palazuelos (5.538h), La Granja (5.285h), Espirdo, Tres Casas. Solamente destacan en su población, Cuéllar (9.659h) y el Espinar (9.086h), siguiendo de lejos Cantalejo (3.562h), Carbonero el Mayor (2.494h), Nava de la Asunción (2.747h) y Riaza (2.117 h).
Si descontamos la población de Segovia capital, la población de la provincia de Segovia sería de 101.421 habitantes, para una superficie de 6.920 kilómetros, 14,65 habitantes por kilómetro/cuadrado. Se cumple la conclusión antes citada, una población muy concentrada y grandes zonas deshabitadas.
Una despoblación que también comenzó en los años 50 del pasado siglo. Nuestra provincia contaba con una población de 201.433 habitantes en 1950, que se redujo a 157.053 habitantes en 1.975. Una población que fue decreciendo lentamente en una segunda etapa, y la provincia de Segovia contaba ya solamente con 147.400 habitantes en 1995, 163.899 habitantes en 2008 y 153.478 en el año 2020. La ciudad de Segovia contaba por su parte con 54.287 habitantes en 1995, 56.858 habitantes en 2008, para reducirse a 52.057 habitantes en 2020.
Las cifras son elocuentes si las comparamos con la población de España. La población española se cifró en 27.976.755 habitantes en 1950 y 47.351.347 habitantes en el año 2020. Es decir, la población española se ha incrementado entre los años 1950 y 2020 en un +70%, mientras que la población de la provincia de Segovia se ha reducido en -31,4% en dicho período.
No obstante, las políticas públicas basadas en criterios de ubicación geográfica representan una parte significativa de los presupuestos públicos, unas políticas orientadas a paliar los déficits demográficos de algunas regiones. A nivel europeo, el Fondo de Desarrollo Regional y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (dos de los cinco fondos estructurales y de inversión europeos), junto con la Política Agraria Común, tienen como objetivos el crecimiento equilibrado de las distintas regiones de la Unión Europea o el desarrollo económico de las zonas rurales. Además, el Fondo Social Europeo utiliza la riqueza relativa de las regiones para distribuir su financiación, de manera que el 33% del presupuesto de la Unión Europea se destina a políticas de cohesión económica, social y territorial.
La digitalización, la transición energética, los fondos estructurales, la concienciación de su población, deben constituir oportunidades para el desarrollo del mundo rural.
Sin embargo, han de modificarse la eficacia y eficiencia de dichas políticas públicas, de modo que garanticen el mantenimiento de un nivel mínimo de servicios en el medio rural y que frenen el declive demográfico, así como aseguren el fomento del medio rural a medio plazo. Es decir, la mejora de la provisión de servicios a nivel local, así como conseguir un mayor nivel de colaboración de los municipios para mejorar las economías de escala, mediante la creación mancomunidades de municipios. Unas asociaciones entre municipios para formar agrupaciones de mayor tamaño y generar una mayor capacidad de prestar servicios, así como conseguir un incremento de su capacidad tractora a nivel económico.
Un incremento de las interacciones entre áreas rurales y urbanas, así como una adaptación de la oferta educativa a las necesidades del tejido empresarial, con el objetivo de identificar y retener el talento joven de nuestra provincia de Segovia. Unas acciones formativas acompañadas de otras políticas de promoción del emprendimiento a escala local, coordinadas con los diferentes proyectos financiados con fondos estructurales europeos y los que debe crear el Estado para paliar el riesgo de despoblación.
La digitalización, la transición energética, los fondos estructurales, la concienciación de su población, deben constituir oportunidades para el desarrollo del mundo rural. Solamente de esta forma podrá paliarse la despoblación de la provincia de Segovia, acompañada de la colaboración entre las distintas Administraciones implicadas.