La próxima semana serán subastados más de 300 lotes formados por vehículos industriales, maquinaria de construcción o material de oficina pertenecientes a la empresa Volconsa.
Esta sociedad, nacida en Segovia en 1974 y que logró expandirse por todo el mundo, constituye uno de los ejemplos de grandes constructoras derribadas por la crisis inmobiliaria. Uno de sus últimos coletazos ha sido la obra del CAT (Círculo de las Artes y Tecnología), que Volconsa no logró finalizar.
En noviembre de 2011, Volconsa solicitó concurso de acreedores y elaboró un plan para saldar, en cinco años, las deudas contraídas a las que no ha podido hacer frente. Este episodio no paralizó las obras del primer edificio del CAT, el denominado centro de Desarrollo e Innovación Empresarial (CIDE) o ‘edificio de emprendedores’.
El déficit económico ha llevado a la liquidación total de la empresa, que arranca con la venta de su maquinaria. La empresa Legal Auctions será la encargada de subastar el próximo jueves 25 de septiembre a las 11,00 horas en las instalaciones situadas en el Área Industrial Nicomedes García de Valverde de Majano, más de 300 lotes. Los días anteriores, 22, 23 y 24 de septiembre habrá jornada de puertas abiertas para quien quiera acercarse a inspeccionar la maquinaria. En total saldrán a subasta cerca de 300 lotes de maquinaria de obras públicas y equipos de demolición, excavadoras, miniexcavadoras, retroexcavadoras, cargadoras, apisonadoras, rodillos, cabezas tractoras, camiones de limpieza, generadores, martillos, furgonetas, equipos topográficos, herramienta manual; y también material de oficina.
Historia
Volconsa S.A. (Voladuras Controladas S.A.) nació hace 40 años en Segovia. Al principio basó sus actividades en demoliciones y voladuras controladas. Sólo dos años después empezaron a desarrollar también infraestructuras (redes, viales, urbanizaciones, etc.). Fue en 1979 cuando la organización amplió su campo de trabajo comenzando a realizar obras de edificación, rehabilitación y restauración de edificios. En el se incorporó una nueva área de servicios, que abarcaba desde las limpiezas industriales a la gestión de residuos, pasando por las energías renovables. Esta evolución hizo necesario modificar el nombre de la organización para que a partir del año 2003 pasara a denominarse Volconsa, Construcción y Desarrollo de Servicios S.A.
En al año 2007, el cénit de la actividad constructora, la empresa tenía una plantilla aproximadamente de 600 trabajadores y una facturación de casi 200 millones de euros. El grupo había abierto más de 20 centros operativos con implantación en ocho comunidades autónomas, proporcionando una amplia cobertura logística. Se implantó también en Marruecos, Mauritania, Panamá, Senegal, Brasil y Argentina. La promoción inmobiliaria en España la llevó a cabo a través de sus marcas Nueva Dimensión y Nueva Dimensión Canarias.
También puso en marcha otras empresas como Grudem, dedicada a la carpintería y a la fabricación de elementos industriales a base de cartón.
Volconsa no sólo ha dejado un pasivo millonario que ha provocado serios quebrantos a muchos profesionales del sector en Segovia. También ha dejado sin finalizar obras que iban a ser emblemáticas como el CAT de Segovia, —a pesar de las prórrogas concedidas—, o la nueva Residencia Juvenil Arturo Duperier, en la ciudad de Ávila.
