Los aspersores regaban ligeramente el campo de Nueva Segovia minutos antes de que diese comienzo el encuentro entre Gimnástica Segoviana B y Bosco Arévalo, mientras un calor de febrero raro no dejaba intuir que ni el agua ni el sol, sino el viento, fuese a ser protagonista de la tarde.
Y esto, por buscar algún protagonista. Porque aunque el partido terminó erigiendo a Nacho como salvador por sus goles, en la primera mitad lo único que se puede encontrar es la antagonista puntería del Bosco Arévalo. Y es que quizás si Jorgillo o Seidán no hubiesen hecho difícil lo sencillo, el marcador no habría sido tan favorable al descanso -al que se llegó con 1-0- para la Gimnástica Segoviana B. El tanto lo logró Nacho, aliado con el viento para ganarle la posición a su par tras un centro desde la banda izquierda. Era el minuto 38 y cuatro después, precisamente el viento le quitó a Héctor lo que pudo haber sido el 2-0,si una leve brisa no hubiese dado tiempo a los defensas contrarios a replegar y sacar el balón de la línea de gol.
Aunque en la Segoviana se intuía una mayor calidad, también se asomaba una falta de precisión en los pases en medio campo que pudo haber disgustado a más de uno si los abulenses hubiesen sabido aprovecharlo. Pero, o no era la tarde de los delanteros del Bosco, o la razón de su penúltima posición en liga se encuentra en su punta.
Tras el descanso, la Segoviana B corrigió muchos de sus errores en las entregas del balón, Nacho se pegó por momentos a las bandas, donde dejó de ser una isla para pasar a llevar muchísimo peligro con una velocidad que doblaba el orden del Bosco Arévalo, y las oportunidades azulgranas comenzaron a ser mucho más claras. Afirmación que no contradice que el Bosco siguiese fallando y desestimase la mejor opción de poder haber empatado el partido; unos podrán decir que Mario hizo un paradón, otros que el disparo de Killo con una portería enorme enfrente fue tan suave como el bizcocho de la merienda.
Al final, Sergio ayudó a Nacho a completar su tarde con otro gol en el 83, y el propio Sergio remató al segundo palo el 3-0 tras el cual el árbitro hizo sonar el silbato final.