Un vehículo hidrolimpiador y dos operarios de FCC Medio Ambiente, empresa adjudicataria del servicio de limpieza viaria, dedicaron toda la jornada de ayer a la limpieza de las 11 pintadas que en la madrugada del domingo aparecieron en varias calles del centro histórico de la capital, en una acción vandálica cuya autoría está siendo investigada por la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía.
Desde las seis de la mañana, los trabajadores del servicio de limpieza llevaron a cabo la limpieza de las fachadas, una vez que desde el Ayuntamiento se pusieran en contacto con los propietarios e inquilinos de las viviendas para informales de esta medida. La concejala de Medio Ambiente, Paloma Maroto, señaló que la intervención para retirar las pintadas «comporta en algunos casos un posible perjuicio para la integridad de las fachadas debido al tratamiento a aplicar». Así, la intervención consiste en aplicar un producto decapante que puede resultar abrasivo en algunos soportes, que después se elimina con un cepillo de raíces o con chorro de agua a presión para eliminar directamente la pintura empleada para la pintada.
Maroto explicó que este tratamiento tiene un alto coste económico, ya que además de los productos empleados para la retirada de las pinturas, hay que añadir el de la jornada de los operarios dedicados a este cometido «a los que hay que retirar de otros servicios para llevar a cabo este ingrato cometido».
Aunque no pudo evaluar el montante definitivo del coste de la eliminación de las pintadas, la concejala si expresó su intención de que sean los autores de este acto vandálico quienes corran con los gastos generados. «Mi intención es, desde luego, pasarles la factura, porque esto es algo inadmisible», aseguró.
Además, señaló que tanto la Policía Local como el Cuerpo Nacional de Policía están trabajando ya para la localización de los autores de este hecho, que enfangó la imagen de calles tan emblemáticas del centro histórico como Daoiz, San Quirce, Infanta Isabel, Jardín de Fromkes o San Esteban, entre otras.
