El subdirector de Infraestructuras Agrarias del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, Rafa Sáez, ha recordado la necesidad de aumentar la regulación de la Cuenca del Duero, y de incrementar las infraestructuras para disponer de regadío en el sector agrario.
El representante del Itacyl, ha realizado un llamamiento al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para que ejecute las obras previstas en el Plan Hidrológico del Duero: dos balsas en el río Órbigo, dos presas en el río Carrión y una más en el río Cega a la altura de Lastras de Cuéllar.
Con esta infraestructura se completaría el proyecto de recarga del Carracillo, además de regular parte de este río cuyo cauce se desborda en los momentos de lluvias y deshielos.
Durante un acto de presentación de una balsa para regadío construida en la provincia de Valladolid, donde se podrá regar el próximo año en los términos de Boadilla de Rioseco, Villalón, Herrín y Villafrades, Sáez ha defendido los beneficios de las infraestructuras hídricas.
Para ello se ha referido a un estudio de la Universidad de Burgos y de la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero) donde se pone de manifiesto la necesidad de incrementar hasta el 50% la capacidad de regulación en el Duero.
Según recuerda el subdirector, en la actualidad, la Consejería de Agricultura Ganadería y Desarrollo Rural plantea a medio plazo la transformación de unas 40.000 hectáreas de regadío en la Comunidad de Castilla y León. La mayoría se encuentra en la zona pendiente de Payuelos (León), con más de 12.000 hectáreas, y en otros sectores de La Armuña (Salamanca), con 16.000 hectáreas, a las que suman otros proyectos más pequeños en Valderas (León), Valdavía y Cea Carríon (Palencia), asociados a la regulación del Arlanza (Burgos); y también del río Cega en la zona próxima a Lastras de Cuéllar.
