Mañana domingo, desde las 12.00 hasta las 17.00 horas, el campo de La Albuera se convertirá en un improvisado colegio electoral en el que un total de 588 socios decidirán con sus votos el nombre del nuevo presidente de la Gimnástica Segoviana, bien Agustín Cuenca en lo que sería un aval a su gestión, bien Carlos Martín en lo que supondría una apuesta por el fútbol tradicional.

La candidatura con la que Agustín Cuenca pretende reeditar su mandato al frente de la Gimnástica Segoviana otros cuatro años más viene avalada por el mismo equipo de trabajo que ha conseguido acabar con la deuda histórica del club, y devolver al conjunto gimnástico el prestigio institucional que había ido perdiendo a lo largo de los años. Entre los objetivos de la candidatura se encuentra la construcción de un proyecto a corto plazo ya no solo para asentarse en la Segunda RFEF, sino para intentar el ascenso a la Primera RFEF, crear un equipo senior femenino de fútbol, continuar arraigando el club en la sociedad segoviana, y trabajar para conseguir la mejora de las instalaciones municipales que utilizan los equipos azulgranas.

Por su parte, la candidatura ‘Segoviana Comunera’ que presenta a Carlos Martín como aspirante a presidir la Gimnástica Segoviana y quiere implantar la figura del ‘socio activo’, también mira a la Primera RFEF como objetivo del primer equipo, aunque más a medio plazo buscando antes asentar al equipo en la Segunda RFEF.

Además, siempre desde la máxima de no gastar un euro más de lo que se pueda ingresar por los conceptos ‘tradicionales’ (cuotas de socios, abonos, taquilla, subvenciones de las instituciones, ayudas federativas, patrocinios publicitarios y merchandising), la candidatura pretende abrir nuevas secciones de otros deportes como el baloncesto, el balonmano, la pelota y los juegos de frontón o los E-sports entre otros.

DE ACUERDO EN LO DEPORTIVO

Hay varios puntos en común entre ambas candidaturas, y uno de ellos es en el no tocar el apartado deportivo, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta el evidente éxito que ha obtenido el trabajo tanto de la cantera con el conjunto juvenil como principal exponente, como el primer equipo con su ascenso a la Segunda RFEF.

Por lo tanto, y por primera vez desde hace varias décadas, la Gimnástica Segoviana celebrará elecciones y los socios deberán decidir entre dos candidaturas similares en el fondo, pero distintas en las formas.

LA SAD, PUNTO DE CONFLICTO

Con unos objetivos para el club que no presentan diferencias sustanciales, es la forma de conseguir esos objetivos la que tiene abierta una brecha insalvable entre ambas candidaturas.

El debate de la Sociedad Anónima Deportiva lleva abierto un par de años en la Gimnástica Segoviana, aunque durante la presente temporada no se han dado pasos en ese sentido, ni prácticamente en ninguno porque como Junta Gestora no se pueden tomar decisiones de calado y la pandemia impidió la celebración de las asambleas del club.

Agustín Cuenca no ha cesado en su empeño de apostar por el crecimiento de los recursos económicos del club a través de la Sociedad Anónima Deportiva, algo que ya ha señalado en repetidas ocasiones, aunque con una variación en el discurso puesto que su candidatura aspira a que en primer lugar sea el socio quien adquiera las acciones para que la asamblea siempre sea soberana en las decisiones que se deban tomar.

Este planteamiento se ha encontrado siempre con la oposición de un grupo de socios, entre los que se encuentra Carlos Martín, que desde la candidatura ‘Segoviana Comunera’ muestra su rechazo frontal a la conversión de la Segoviana en SAD con la pretensión de que la entidad no modifique su estructura jurídica, y continúe siendo un club de socios.

Precisamente los socios ya pusieron de manifiesto en una de las últimas asambleas del club su disposición a escuchar las ofertas de inversión que pudieran resultar atractivas para la Segoviana, aunque no se tomó ninguna decisión al respecto tras escuchar dos ofertas. Y no se puede olvidar que para que el club se convirtiera en Sociedad Anónima Deportiva debería cambiar sus estatutos, algo para lo que se requiere una mayoría cualificada de socios, siendo esta la mitad más uno de los presentes en asamblea extraordinaria convocada a tal efecto.