La artista arandina Asunción Molinos Gordo, licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, donde también obtuvo su título de Máster en Arte Contemporáneo, tiene como debilidad la cultura campesina.
Por eso, para uno de sus últimos trabajos visuales, ha contactado con el segoviano Pedro Sanz, uno de los pastores que utiliza las cabañuelas para predecir el tiempo. Es también el pastor más mediático desde que EL ADELANTADO le dio a conocer como ‘El pastor del tiempo’ en Segovia. Gracias a su capacidad de descifrar la información meteorológica que se esconde tras una apacible panorámica campestre, ha aparecido en numerosos medios de comunicación.
Al margen de lo trascendente de su actividad, generalmente los medios, han dado un tratamiento a la persona de Pedro como de hombre pintoresco y a sus conocimientos como algo peculiar.
Ahora es protagonista del proyecto ‘Barruntaremos’, de Asunción Molinos Gordo, que se enmarca dentro de los saberes populares que se llevan desarrollando desde antiguo por las comunidades campesinas de la península ibérica, en concreto el arte de las cabañuelas (método de predicción meteorológica previo a la existencia de satélites, donde los pastores y agricultores aprendieron a leer el paisaje).
La creadora artística arandina utiliza la fotografía, el vídeo, la instalación y otros medios para examinar la cultura campesina, llevada por un fuerte deseo de entender el valor y la complejidad de su producción cultural, así como los limites que la mantienen invisible y marginada, a menudo ignorada por ser considerada como folclórica o mitológica.
El principal foco de su obra es el campesinado contemporáneo. Su entendimiento de la figura del agricultor pequeño o mediano no se ciñe solo a la de productor alimenticio sino también a la de agente cultural, responsable tanto de perpetuar el saber tradicional como de general una nueva pericia para enfrentar los retos actuales.
La artista ha participado en numerosos programas y su trabajo está presente en colecciones como la Comunidad de Madrid; Fundación Calosa en México; Darat Al Funun, Ammán, Jordania… y ahora también en la plataforma digital de la fundación Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21), que se lanzó como respuesta a la crisis sanitariay que cree que el arte tiene la capacidad de ser una fuerza transformadora y explora nuevos modos de producción y artística.