El secretario de Organización del PP, Esteban González Pons, aseguró ayer, tras recorrer la frontera entre Melilla y Marruecos, que la situación es de «máxima tensión» y advirtió de que así es muy fácil llegar a un «conflicto».
Junto al presidente de Melilla y del PP regional, Juan José Imbroda, González Pons indicó que en una situación de tensión en la barrera «es muy fácil que se produzca un incidente», y cuando se producen incidentes, señaló, «es muy fácil que haya un conflicto».
Sin embargo, en los límites de la Ciudad Autónoma no se llegan a circunstancias extremas «solo por lo profesionales que son la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero no puede decirse que el Gobierno esté apoyando en absoluto» a estos Cuerpos, aseguró.
Por esta razón, el responsable del PP exigió al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que antes de viajar el día 23 a Rabat vaya a Melilla para «hablar» con las Fuerzas de Seguridad del Estado, especialmente con las mujeres, que «lo están pasando muy mal» por los ataques de los activistas magrebíes.
Rubalcaba «no puede ir a Marruecos sin haber hablado antes con los suyos», dijo González Pons, antes de recordarle que él no es el titular de Asuntos Exteriores.
El dirigente popular acusó al Ejecutivo de dejación de funciones por no haber enviado a ninguno de sus ministros a la Ciudad Autónoma desde que comenzaron a producirse los incidentes en la frontera, razón por la que, aseguró, ha tenido que desplazarse él hasta Melilla por orden expresa del presidente del PP, Mariano Rajoy.
«El Gobierno ha optado por el abandono, por eso ha tenido que ser el PP el que haya venido a decir a los melillenses que España entera está con ellos», aseveró.
En este sentido, el popular instó a Zapatero a que «haga las gestiones diplomáticas que tenga que hacer» sin que exista una «sensación» de abandono entre los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, algo que, según dijo, «se está produciendo».
Pons afirmó estar «legitimado» para hablar sobre este asunto después de entrevistarse por la mañana durante más de una hora con los responsables del Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), los cuales expresaron sus quejas de «abandono, falta de atención y de cercanía» por parte del Ministerio del Interior.
Por otro lado, y ante las críticas que ha suscitado su silencio, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, habló por fin ayer para condenar «rotundamente» los fotomontajes «intolerables e inaceptables» de mujeres policías en la frontera de Melilla, realizados por los activistas de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos.
En un comunicado, Aído mostró «todo su apoyo y reconocimiento» al trabajo y la profesionalidad de estas trabajadoras y aseguró que «se tomarán las medidas oportunas ante cualquier cuestionamiento de la autoridad por razón de sexo para que ninguno de estos incidentes queden impunes».
Tierra de nadie.- Necesidad neutral. El PP también pidió ayer al Gobierno que realice las «gestiones diplomáticas precisas» para recuperar la tierra de nadie en la frontera de Melilla, un espacio «neutral» que existe en todas las fronteras y que en la ciudad autónoma «ha ido desapareciendo poco a poco» y es el «origen» de los incidentes.
