El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes (PSOE), regresó ayer de Valladolid, tras mantener un encuentro con la consejera de Cultura y Turismo, María José Salgueiro (PP), con las manos vacías. De las declaraciones del alcalde a su salida de la reunión y de la valoración que del encuentro hizo la Consejería, en nota de prensa, se desprende que el “cara a cara” —solicitado por el regidor hace ahora dos años y medio— no ofreció resultados ni compromisos concretos y solo sirvió para poner de manifiesto las diferencias que mantienen Arahuetes y Salgueiro.
El alcalde, en declaraciones a este diario, indicó ayer que Salgueiro no solo le transmitió que no iban a realizar nuevas inversiones en Segovia en materia cultural en lo que queda de legislatura, sino que además iban a recortar drásticamente las actividades que actualmente financia. La Consejería, en el comunicado, afirma que seguirá apoyando actividades como Titirimundi, el Curso de Pintores Pensionados, la Fundación Juan de Borbón y Hay Festival “y lo hará en la medida de sus posibilidades presupuestarias”.
Arahuetes precisa que la consejera le concretó que el recorte se producirá en porcentajes de entre el 30 y el 50% y “en algún caso más”, añade, en referencia a que la aportación al Curso de Pintores Pensionados pasará de 30.000 a 8.000 euros; mientras que, de acuerdo con el alcalde, para proyectos como la Muces o Folk Segovia la Consejería aportará “cero euros”. “Mi sensación es que la Junta no tiene ningún interés en invertir en cultura en Segovia”, subrayó.
En la reunión, el alcalde solicitó que se firmara un protocolo sobre el Museo de la Fotografía (MUSAF). A este respecto, la Consejería manifiesta en el mismo comunicado su “disposición a analizar la posibilidad de firmar un protocolo en donde se recogiera la participación de ambas instituciones en el proyecto”. “Hasta la propuesta de un protocolo, que es una mera declaración de intenciones, se la van a estudiar (…) tienen que analizar si realmente quieren hacer el Museo, eso es grave”, aseguraba ayer Arahuetes, quien, no obstante, confirmaba que la Consejería de Cultura le había manifestado su intención de colaborar positivamente con la Oficina Segovia 2016. Salgueiro, según el alcalde, le advirtió que el apoyo de la Junta no podría ser en la medida de lo solicitado por el Ayuntamiento. “Hemos pedido 60.000 euros, no sabemos cuánto querrá darnos”.
En materia deportiva, la Consejería afirma que en cuanto a retomar la inversión ofrecida en el año 2006 para la Ciudad Deportiva de La Albuera “y que el propio alcalde rechazó el 28 de diciembre de 2006 en pleno, parece que estos momentos de mayores dificultades no son los idóneos para poder retomar esa aportación”.
El departamento de Salgueiro añade que la Junta invertirá en infraestructuras deportivas en Segovia en dos pabellones multiusos cubiertos; indicando que en la actualidad se construye un pabellón en el Colegio Peñascal “y se proyectará otro en fechas próximas en otra ubicación”.
“Me han confirmado que no tienen intención de invertir ni un solo euro en infraestructuras deportivas”, lamentó, por su parte, el alcalde, quien aclaró que el pabellón del Colegio Peñascal lo financian al 50% el Ayuntamiento y la Consejería de Educación y no el departamento de Cultura.
“Deme algo para Segovia”.- La reunión, celebrada en la sede de la Consejería, en el Monasterio de Nuestra Señora del Prado, comenzó a las 13,30, con la presencia, entre otros, del delegado territorial de la Junta, Luciano Municio, y el director general de Patrimonio, Enrique Saínz. No fue hasta las 13,50 horas cuando se incorporó la consejera. Según el alcalde, eran las 14,40 horas, cuando a Salgueiro le pasaron una nota y aseguró que tenía que marcharse. Fue entonces cuando Arahuetes, según su relato, y antes de que Salgueiro se marchara le apuntó: “consejera, deme usted algo para Segovia, dígame algo que pueda llevar a mi ciudad, algo positivo, porque si no, no entendería para qué me ha llamado”. Fue entonces cuando Salgueiro, siempre según el relato de Arahuetes, le dijo que la reunión se producía en respuesta a una llamada del alcalde y “que no me podía decir más, que analizarían la firma del protocolo y que la situación de recorte era la que era”. Arahuetes afirma que de las tres horas que duró la reunión, la consejera estuvo presente poco más de cuarenta minutos.
“Dos años y medio esperando a que me recibiera y me recibe para decirme que no hay nada nuevo, y que lo que van a hacer es reducir las aportaciones, pues para eso no estoy cuatro horas en Valladolid”, decía ayer Arahuetes. “¿Decepción?. No. Confirma lo que ya pensaba, no me ha sorprendido el resultado”, subrayó el alcalde.
