La aprobación del plan parcial que permitirá el desarrollo urbanístico del área que ubicará el futuro parque comercial junto a la SG-20 dejó clara la intención de todos los grupos políticos de favorecer el impulso de iniciativas destinadas a fortalecer el tejido económico de la ciudad, pero sin olvidar el impacto que puede causar en el comercio minorista y tradicional, para el que pidieron también ayudas y proyectos dinamizadores que permitan al menos competir con las grandes superficies comerciales.
El dictamen contó con la única salvedad de la abstención de Podemos-Equo, cuyo portavoz Guillermo San Juan señaló que este nuevo área “rompe el equilibrio” con otros espacios de los que se nutre el pequeño comercio. Así, indicó que su puesta en marcha duplicará la media de superficie comercial por 1.000 habitantes, y cuestionó la creación de empleo que lleva aparejado este proyecto al asegurar que los estudios indican que por cada empleo directo que genere “se destruyen 2,5 empleos en el comercio minorista”. Por ello, defendió que Segovia incorpore modelos de desarrollo que pongan en valor el pequeño comercio frente a otros “basados en los centros comerciales de los años 90”.
Desde el Partido Popular, el concejal José Luis Horcajo señaló que la llegada de este nuevo parque comercial “no es una amenaza, sino una oportunidad”, y puede servir como foco de atracción de la provincia, , aunque reconoció que puede generar “un rechazo social” por parte del sector minorista, para el que pidió que se habiliten ayudas directas en este tiempo. En el mismo tenor se manifestó Noemí Otero (Ciudadanos), que recriminó al equipo de Gobierno que emplee estas iniciativas como “fuegos de artificio de uso partidista”.
Por su parte, la concejala de Urbanismo, Clara Martín, señaló que estos proyectos “se tienen que quedar en nuestra ciudad” y señaló que el plan especial prevé también ayudas a los pequeños comercios desde el punto de vista urbanístico, aunque precisó que también se tendrán en cuenta ayudas directas para su consolidación.
