El presidente de Estados Unidos, Barack Obama,lanzó en el día de ayer su plan para luchar contra “la gran amenaza” del cambio climático, alertando de que “somos la última generación con capacidad para hacer algo”.
“Ningún desafío supone una amenaza mayor para las generaciones futuras que el cambio climático”, dijo en una comparecencia desde la Casa Blanca desvelando la propuesta que Estados Unidos defenderá en la cumbre que se celebrará en París en los próximos meses.
Obama recordó que incluso el Pentágono afirmó que “el cambio climático supone un riesgo inmediato para la seguridad nacional”, por lo que advirtió en contra de “llegar demasiado tarde” a la lucha contra este fenómeno.
“Los niveles de dióxido de carbono, que es lo que calienta nuestra atmósfera, son los mayores de los últimos 800.000 años”, indicó, señalando como consecuencia directa, entre otras, que el ratio de asma se triplicara en las últimas tres décadas”.
El líder norteamericano defendió la oportunidad de esta ‘hoja de ruta’ contra el calentamiento global recodando que “cuando el mundo afronta sus mayores desafíos Estados Unidos siempre señala el camino a seguir, que es lo que estamos haciendo ahora”.
“Hemos sido la primera generación en sentir el impacto del cambio climático y somos la única que puede hacer algo. Es el momento de dejar la mejor herencia a nuestros hijos porque solo tenemos una casa, solo tenemos un planeta, no hay plan B”, comentó.
Obama también describió esta agenda climática como una acción de política social. “Si os preocupan las comunidades con pocos ingresos, entonces empezad a proteger el aire que respiran porque hoy en día un niño afroamericano tiene más del doble de posibilidades de ser hospitalizado por asma”, apuntó.
Además, aprovechó para contestar a quienes desde la oposición republicana alertan de que el plan contra el cambio climático de la Administración Obama servirá para multiplicar la factura energética de los hogares estadounidenses y provocará una ola de despidos en la industria de la energía térmica del país.
“En contra de lo que se dijo, este plan permitirá ahorrar a los estadounidenses una media de 85 dólares anuales en sus facturas energéticas”, afirmó el jefe de Estado en relación con la factura eléctrica futura.
La industria y algunos diputados de los estados que suelen utilizar carbón ya adelantaron que impugnarán la nueva legislación en los tribunales y tratarán de pararla en el Congreso antes de su posible entrada en vigor.
La Casa Blanca, por su parte, se mostró desafiante y aclaró que esta ‘hoja de ruta’ es “el pistoletazo de salida para una campaña climática sin cuartel” del presidente y su gabinete.
El nuevo plan de energía limpia tratará de recortar las emisiones de carbono en un 32 por ciento en 2030 respecto a los niveles de 2005, lo que supone un nueve por ciento más que en la propuesta anterior.
La regulación marcará el comienzo de una transformación radical del sector eléctrico estadounidense, por medio del fomento de energías renovables en lugar del carbón. “Ahora estamos generando tres veces más energía eólica y 20 veces más energía solar que en 2008”, destacó. Sobre los despidos adelantó un futuro plan para reintegrar en otros sectores a los trabajadores.