El veterano escritor, periodista y articulista Manuel Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) protagonizó ayer la primera sesión de 2012 de la Tertulia de los Martes, una intervención en la que compartió con los asistentes tanto algunas reflexiones sobre su trabajo y su trayectoria como sobre la actualidad y la situación del periodismo.
Vicent comenzó trazando una pequeña semblanza de su trabajo en prensa, un oficio en el que ha abordado todos los géneros, desde crónicas y reportajes a distintos tipos de artículos de opinión, llegando incluso al cuento, que enlaza con su concepto del periodismo como género literario. En el ámbito plenamente literario, la labor de Vicent se ha centrado en la novela, con reconocimientos tan importantes como los premios Nadal y Alfaguara.
En unas declaraciones a esta Redacción, previas a la Tertulia, Manuel Vicent aseguró que, desde su punto de vista, “vivimos un tiempo de absoluta confusión, en el que la perspectiva depende totalmente de dónde pongas la cámara; un tiempo en el que hay muchos jóvenes borrachos en un botellón el sábado por la noche, pero también en bibliotecas e institutos, trabajando”.
“Estamos ante una sociedad brutalmente diversa, como un cristal de un escaparate roto en el que cada fragmento muestra una perspectiva distinta”, sostuvo Vicent, para añadir que “la vida es una complicación, felizmente, porque el caos es lo más creativo, literariamente hablando”.
Trayectoria
Después de obtener la licenciatura en Derecho y Filosofía por la Universidad de Valencia, Manuel Vicent se trasladó a Madrid, donde cursó estudios de Periodismo en la Escuela Oficial, y donde comenzó a colaborar en las revistas Hermano Lobo, Triunfo y otros medios.
Sus primeros artículos sobre política los publica en el diario Madrid y, posteriormente, escribe en El País —medio en el que continúa colaborando— unas crónicas parlamentarias que le hacen famoso entre los lectores.
Su obra comprende novelas, teatro, relatos, biografías, artículos periodísticos, libros de viajes, apuntes de gastronomía, entrevistas y semblanzas literarias, entre otros géneros. Sus novelas “Tranvía a la Malvarrosa” y “Son de mar” han sido adaptadas para la gran pantalla de la mano de José Luis García Sánchez y Bigas Luna, respectivamente.
Entre los premios que ha ganado destacan, en dos ocasiones, el Alfaguara de Novela, en 1966, por “Pascua y naranjas”; y en 1999, por “Son de Mar”; y el Premio Nadal, en 1987, por “La balada de Caín”; del Nadal también fue finalista en 1979, por “El anarquista coronado de adelfas”. En periodismo, en 1979 ganó el Premio González-Ruano por “No pongas tus sucias manos sobre Mozart”; y en 1994 el Premio Francisco Cerecedo concedido por la Asociación de Periodistas Europeos en España.
