Eran, fueron, cuatro ‘locos y medio’ conducidos y embelesados por la inquietud del quehacer permanente que era ya en ese tiempo Julio Isabel, los que se metieron en el proyecto de organizar el que denominaron Cross Ciudad de Segovia, cuya primera edición se puso en escena en el año 1984. Los pasos se iniciaron en la sede de la Asociación de Vecinos Nueva Segovia, que contaba con la bendición de San Mateo, al que tenían ¿tienen? como patrón.
Aprovechando el tiempo frío de enero, y si podía ser con barro en el circuito de Nueva Segovia, mejor (¿qué sería un cross sin barro?) se lanzaron a una aventura, nueva para los organizadores que, listos ellos, se rodearon de buenas gentes, que además conocían el ‘percal’. El coste económico era alto y el abanico de atletas participantes, extraordinario.
El buen trabajo de todo el equipo organizador que presidía Julio Isabel, a su vez presidente de la Asociación de Vecinos, contaba con un comité organizador donde estaban Juanjo Fuentes, Luis y Nano Cuesta, Nico Adanero…
Dado que las dos primeras ediciones fueron exitosas tanto en participación como en nombres de grandes atletas, el entusiasmo de los organizadores les llevó a dar un salto tan grande, cuando menos, como el de la ría de los 3.000 obstáculos, y en la tercera ampliaron se puso el rótulo de internacional.
Aquello conllevaba tener que ampliar la ‘masa económica’ y… no siempre a los se había pedido ayuda y la había prometido, respondieron al final. Así, lo que nació como actividad deportiva de futuro, donde participaron cientos de atletas de todas las categorías posibles, se quedó en querer y no poder.
