El presidente estadounidense, Barack Obama, abogó ayer en Bombay por eliminar las barreras que frenan el comercio entre su país y la India, nación a la que calificó como «mercado del futuro» y «socio indispensable» de EEUU.
En un discurso pronunciado en un foro bilateral de empresarios, Obama aseguró que EEUU «trabajará con la India para una reforma fundamental» de su sistema de control de exportaciones, «lo que permitirá una mayor cooperación en una serie de sectores de alta tecnología».
Tras esta garantía, demandada por el Estado emergente, el mandatario pidió al Gobierno de Delhi que proceda con una «reducción constante de las barreras al comercio y la inversión extranjera», mencionando en concreto sectores de interés para las compañías occidentales como la agricultura, el comercio minorista, la infraestructura y las telecomunicaciones.
EEUU percibe «a Asia, y especialmente a la India, como el mercado del futuro», aseveró Obama, quien puso mucho cuidado en destacar los trabajos que se crearán en EEUU si aumentan los intercambios con el gigante asiático y rechazó los «estereotipos» que dicen lo contrario en ambos Estados.
Como prueba, el presidente anunció la firma de una veintena de acuerdos entre compañías de ambos países, por valor de 10.000 millones de dólares, y que, según el presidente, supondrán 50.000 empleos en EEUU.
Pero Obama consideró que la India, que actualmente es «solo» el duodécimo socio comercial de Washington -con intercambios de 43.000 millones de dólares en 2008 y la previsión de llegar a 50.000 millones este año-, tiene potencial para ser uno de los principales.
«La totalidad de nuestro comercio con esta nación es menor que con Holanda, un país con una población menor que Bombay», lamentó.
La India, destacó, tiene hoy la clase media más grande del mundo y pronto será el país más poblado, y la relación de EEUU con ella «será una de las asociaciones indispensables y definitorias del siglo XXI».
El mandatario, que llegó a un país en plenas celebraciones del Diwali o Año Nuevo hindú y se declaró «honrado» por ello, dio su segundo discurso del día en el foro empresarial que se desarrolla en el hotel Trident-Oberoi de Bombay, y el primero frente al hotel Taj de Bombay, en el que se aloja con su comitiva.
Ambos establecimientos fueron dos de los objetivos del comando de 10 terroristas que, hará pronto tres años, atacó la ciudad y acabó con la vida de 166 personas.
Obama elogió profusamente los valores democráticos que la India comparte con EEUU y el comportamiento de su pueblo durante el atentado de 2008.
Pero, en sus palabras en memoria de las víctimas de aquel ataque, se cuidó de mencionar a Pakistán, país excluido de esta gira asiática al que la India acusa de dar cobijo a grupos terroristas que atentan contra ella, pero que es un socio fundamental de EEUU en la lucha contra los talibanes y Al Qaeda en la frontera afgana.
El estadounidense aseguró haber escogido Bombay como primer destino de su visita con la intención de transmitir el «mensaje claro de que la India y EEUU están unidos en su determinación de dar a sus pueblos un futuro de seguridad y prosperidad».
