Las residencias de mayores de la provincia han conseguido reducir sus contagiados de coronavirus en las últimas jornadas hasta el punto de que en la actualidad están muy cerca de poder afirmar que estos espacios están libres de Covid-19. De esta forma, a día de hoy tan solo se registra un caso activo dentro de estos centros, la cifra más reducida desde el día 6 de enero, última fecha en que las residencias no contaban con usuarios enfermos.
Si bien las dos primeras olas fueron muy mortíferas entre los mayores que viven en las residencias, la tercera ha dejado datos mucho más reducidos que en la segunda y muy especialmente de los registrados en la primera.
Durante la tercera ola, se han remitido por parte de la Consejería de Familia un total de 18 muertes relacionadas con la pandemia entre usuarios de las residencias de mayores, un dato muy reducido si lo comparamos con los 425 fallecidos que dejaron los anteriores meses de pandemia.
De esta forma, los decesos por Covid-19 en estos centros desde enero tan solo engloban el 4,16% de los que la pandemia ha dejado desde marzo pasado. También es apreciable como ha ido rebajándose el porcentaje de muertes en residencias respecto a los fallecimientos totales relacionados con la pandemia, ya que durante la primera ola esa tasa llegó a representar el 65% del total mientras que a día de hoy ese dato ha bajado hasta el 46,8%.
No solo son valorables los pocos casos activos, sino también es destacable la tendencia descendente que acompaña a las residencias desde el inicio del mes de febrero. Bajo esta premisa, se espera que en el futuro no contabilicen grandes brotes como los del pasado y que las residencias puedan ir volviendo a la normalidad tras dos meses de fuertes restricciones para mantener al patógeno fuera de sus espacios.
Durante la tercera ola, se contabilizaron brotes en al menos cinco residencias de la provincia de Segovia. De ellos, el más grave fue el que se localizó en uno de los centros de mayores de Carbonero el Mayor. De menor envergadura, se notificaron otros en Cuéllar, Palazuelos de Eresma, Ayllón y Urueñas.
Sin duda, el gran cambio de cara al futuro es la llegada de la vacuna y las consecuencias que traerá consigo, campaña que ya se ha completado entre los usuarios y que ha administrado las dos dosis al 84% de los residentes, a 1.984 de los 2.375 mayores que viven en estos espacios.
Sobre el 16% restante sin vacunar, hay diversas causas, entre las que se encuentran las personas que han decidido no autorizar su administración, los nuevos usuarios que han llegado a vivir a las residencias después de que la campaña pasara por el centro y las personas con patologías previas a las que se desaconseja recibir la vacuna.
En el lado de los empleados, la vacuna también ha sido recibida de forma mayoritaria y la Junta cifra en 1.931 los trabajadores de centros sociosanitarios que cuentan con el ciclo completo del profiláctico administrado.
Tras meses de padecimiento, muerte y restricciones, por fin las residencias de mayores de la provincia pueden mirar al futuro con esperanza, con la ilusión de un porvenir mejor que lo recientemente vivido. La vacuna ha aportado a los centros una tranquilidad que hacía meses que necesitaban después de que una gran mayoría de centros hayan tenido que padecer todas las penurias que el coronavirus ha dejado. “Me interesa mucho el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”, resumía Woody Allen.
