La Guardia Civil detuvo a 12 abogados de ETA y otras 4 personas en el marco de la ‘operación Mate’. Los letrados están acusados, además de integración en la banda, de delitos de blanqueo y delitos contra la Hacienda Pública. En concreto, llegaron a ocultar al fisco unos ingresos superiores a 1.300.000 euros durante los años 2012 y 2013, procedentes de la asistencia jurídica a miembros del colectivo de presos de ETA (EPPK por sus siglas en euskera), según informa Interior.
El Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz precisa que estos gastos fueron sufragados por Herrira. De hecho, 4 de los 16 detenidos por formar parte del denominado ‘frente de cárceles’ son miembros de Herrira que ejercían labores de tesorería dentro de esta organización que tiene suspendidas sus actividades por decisión de los jueces.
Los detenidos como tesoreros de Herrira gestionaban los mismos recursos económicos que las ilegalizadas Gestoras Pro Amnistía y Askatasuna, además de utilizar las mismas técnicas, hasta el punto de asumir sus deudas pasadas y continuar su actividad. Entre sus funciones se encontraban la de efectuar los pagos a los letrados que formaban parte del «colectivo de abogados» por las actividades que realizaban.
Los arrestos han tenido lugar en diferentes localidades del País Vasco, Navarra y Madrid y se han realizado diversos registros en domicilios y locales utilizados para el desarrollo de las actividades ilícitas que realizaron entre los años 2012 y 2013. Entre los lugares registrados se encuentra la sede del sindicato abertzale LAB en Bilbao.
La Guardia Civil considera que los detenidos formaban una estructura organizada que aprovechando la cobertura que les otorga su actividad profesional, ejercían sus funciones siguiendo las directrices marcadas por la banda terrorista, anteponiendo, de esta manera, los intereses de ésta a los de sus defendidos.
objetivo En el marco de estos trabajos el objetivo primordial eraparticipar activamente en el mantenimiento del adoctrinamiento ideológico e informaban permanentemente a la dirección de la banda de la situación personal, jurídica y del compromiso de los presos con los postulados de la banda. Asimismo, trasladaba a los presos las directrices e instrucciones de la propia ETA. Toda una labor encaminada a prevenir posibles disidencias internas.
