Los archivos nos proporcionan una gran información en relación a hechos del pasado, que, si hablamos del pasado “reciente” -de un siglo-, nos servirá para documentar la cultura tradicional en el tiempo, más allá de ese siglo, los datos se convierten en historia, por lo que adentrarse en el mundo de los archivos para documentar la cultura tradicional, nos lleva a antropologizar la Historia o a hacer historia de la Antropología. Pongamos como ejemplo el Archivo Parroquial de Palazuelos de Eresma – Tabanera del Monte, donde encontramos datos en relación a la muerte, en el libro de difuntos y en la cofradía de San Blas.
Desde 1685 hasta 1893, que son las fechas de registro del libro de difuntos, sabemos que se dejaba especificado ante el fiel de hechos, la procedencia del difunto, la forma de muerte, el lugar de entierro, los curas y sacristanes que tenían que asistir las misas, los testamentarios, las ofrendas en el año de su muerte o la forma de pago (incluso “lo mejor de mi hacienda”) y el lugar de esas misas, eso sí, el que se lo podía permitir, porque igualmente aparecen los “pobres de solemnidad” como el ejemplo que encontramos el 12 de septiembre de 1685 de Juan Merinel que recibió los santos sacramentos hizo testamento ante el escribano de hechos mando se enterrase en la iglesia parroquial de este lugar de Palazuelos y se le dijese misa de entierro no mandó mas por no tener de que.
Frente a esos pobres de solemnidad encontramos quien dejaba toda su herencia para el cumplimiento de su última voluntad como en Tabanera el 26 de noviembre de 1687 que falleció Pedro Sacristán vecino del lugar de Tabanera recibió los santos sacramentos hizo testamento ante Manuel Fernández fiel de hechos. Mandose enterrar en la iglesia de San Juan de dicho lugar y que se le dijese su misa de entierro mas mando por su alma 25 misas en la iglesia de Tabanera mas mando se le dijesen 10 misas en la iglesia de Palazuelos mas mando 8 misas en Nuestra Señora de la Fuencisla mas mando se llevasen sobre su sepultura todos los domingos y festivos la ofrenda de pan vino y cera sus testamentarios a Pedro Sacristán su Padre y a Isabel Martín su mujer a los cuales dio poder cumplido para que vendiesen lo mejor de su hacienda y cumpliesen su testamento.
Aparecen vecinos registrados no sólo en los núcleos de población actuales de Palazuelos de Eresma o Tabanera del Monte, sino en el Molino Tabla, Molino de papel, Bosques de Valsaín o Pellejeros. Pero en ocasiones, del difunto no se conocía la identidad como vemos en el ejemplo de Palazuelos el 25 de marzo de 1720 donde especifica no se puso esta partida antes de la visita por no haber averiguado como se llamaba el difunto hasta el día 12 de mayo. Era natural de Torre val de San Pedro no recibió santos sacramentos por haberse hallado ya cadáver a la orilla del río. Mandó su padre Diego Orejana se le dijese en esta iglesia 6 misas rezadas. No se ha hecho más bien por su alma por ser pobres. O igualmente, en Palazuelos el 30 de marzo de 1727 con Juan Palomo mozo soltero quien se halló ahogado en el río, pobre y natural de Segovia.
En otras ocasiones al difunto le sobrevenía la muerte en el camino como vemos el 25 de diciembre de 1688 en Tabanera donde falleció Jose Cerezo vecino de la Villa de Pelayos que no recibió los santos sacramentos porque llevándole desde el puerto a su lugar le dejaron en este lugar por no poder parar más adelante ni hizo testamento.
E igualmente llama la atención el lugar donde se oficiaban las misas que dejaban pagadas, que no sólo se ciñen a las del lugar de entierro de los núcleos de población, sino que encontramos referencias a Nuestra Señora de la Fuencisla, el Santo Cristo de Santiuste, Nuestra Señora de la Santa Cruz, el Cristo del Caloco, Nuestra Señora de la Sierra, el Carmen Descalzo, el Carmen Calzado, Santo Domingo o San Antonio de Padua. E incluso refiriéndose al lugar de población, especifican los altares donde querían que se dijeran dichas misas, como el de Nuestra Señora de la Asunción, Santo Cristo y el de San Blas en Palazuelos.
Por ejemplo, en Tabanera del Monte, en mayo 1687 el testamento de María Moreno que mandose enterrar en la iglesia de San Juan de dicho lugar y que se la dijese su misa de entierro, con corriente de novena, cabo de novena, y cabo de año, más mando mil misas por su alma de las cuales sacando la cuarta mando se dijesen en nuestra Sra. de la Fuencisla 20 misas, en el convento del Carmen descalzo 50 misas, en San Francisco 50 misas, en el convento del Carmen Calzado 20 misas, en el convento de la Victoria 20 misas, en el convento de La Merced 50 misas, en la iglesia de Palazuelos 56 misas, en la iglesia del lugar de Sonsoto 12 misas, en la iglesia de San Cristóbal 12 misas, en el convento de Santa Cruz de Segovia 30 misas, en el convento de San Agustín 20, en el convento de la Santísima Trinidad 30, en el convento del Parral 50 misas, y las demás restantes al cumplimiento de dichas mil misas las dejó a la voluntad de sus testamentario. Mas mandó que durante el año de su fallecimiento se llevase ofrenda de pan vino y cera todos los domingo y fiestas, y que durante dicho año se la encomendara a Dios a tiempo del Ofertorio de la misa todos los domingos y fiestas.
En el siglo XVIII aparecen especificados los hábitos de San Francisco, los de Capuchinos, los invitatorios con vigilias de 3 lecciones, y los (h)ospedarios de pan y vino a los que asistiesen, así como que todos los domingos se le encomendase a Dios por el señor cura en el ofertorio de la misa, tal y como se recoge en Palazuelos el 26 enero de 1768 en Ignacio García con misa cantada de cuerpo presente, enterrado con el hábito de Nuestro Padre Señor San Francisco, con sacramentos de penitencia y comunión por viático y extremaunción y aplicable la indulgencia concedida para el artículo de la muerte y dándose un (h)ospedario de pan y vino a los que asistiesen a su entierro conforme a su testamento que hizo ante el fiel de hechos de este lugar con la solemnidad de los cinco testigos. Dispone su corriente de novena y cabo de esta y de año con asistencia de dos religiosos. Que se encomiende a dios en los domingos del año de su fallecimiento al ofertorio de la misa y que se lleve sobre su sepultura todos los domingos y fiestas la ofrenda de vino pan y cuatro luces en dos velas y cera hilada. Que se dijesen seis misas, tres en los altares de esta iglesia Ntra. Sra, Sto. Cristo y en el de San Blas y otra en San Antonio y las restantes en Ntra. Sra de la Fuencisla y de la Guía.
Y siguiendo en el tiempo, en el siglo XIX empiezan a especificar la forma de muerte recogiéndose la calentura gástrica, las viruelas, la entero-colitis, úlcera de estómago, tuberculosis pulmonar, la falta de desarrollo orgánico de un párvulo, neumonías gripales, derrame cerebral, y será en 1853 cuando aparezcan las primeras referencias al cementerio-camposanto de los núcleos de Palazuelos y Tabanera.
Desde 1685 que tenemos las primeras referencias de difuntos, y hasta 1853 que aparece por primera vez la alusión al enterramiento en cementerio, los difuntos se enterraban en las iglesias, como aparece claramente recogido por ejemplo en Palazuelos 22 enero de 1699 falleció Francisco Llorente… recibió los santos sacramentos como católico y cristiano hizo testamento ante Man Fernández fiel de hechos el cual mando se enterrase en la iglesia de Palazuelos; o en Tabanera con María Yagüe en 1763 a 9 días de diciembre mujer que fue de Manuel Villoslada vecino habiendo recibido sacramentos de penitencia viático y extremaunción habiendo hecho testamento con la solemnidad de los cinco testigos ante Manuel Marinas fiel de hechos dispuso que su cuerpo fuese amortajado y sepultado en la iglesia de San Juan.
Por tanto será ya en el siglo XIX cuando encontremos las referencias al camposanto por ejemplo en Palazuelos el 31 agosto de 1853 falleció de calentura gástrica a la edad de 64 años Francisca de Andrés consorte de Nicolás Gómez vecinos y residentes en el Rancho de Pellejeros. Durante su enfermedad recibió los santos sacramentos de penitencia, viático y extremaunción y demás auxilios espirituales. Hizo testamento ante Andrés del Barrio fiel de hechos y en cuanto a lo piadoso dispuso que se la entierre con misa de cuerpo presente y que se diga por su alma un novenario de oficio y misa. Que se alumbre su sepultura por dos años con ocho luces 4 altas y 4 bajas o de cerilla y que se la encomiende a Dios por dos años al ofertorio de la misa mayor que se diga el cabo de año que se apliquen por su alma 50 misas rezadas que se la diga una misa rezada a Ntra. Sra. del Rosario y otra al Sto. Cristo del Consuelo. Nombró por Testamentarios a su marido Nicolás Gómez. En su consecuencia se dio sepultura en el cementerio camposanto de esta parroquia el 1 de septiembre.
Ni que decir tiene que encontramos información en relación a las propiedades: pajares, casas con huerto, parajes actuales como Pradillos, apellidos documentados durante 400 años como Sacristán, Rincón o Huertas; altares de las iglesias, santos, cristos y un sinfín de datos dormidos en los libros, y en la memoria de nuestros mayores.
Y si bien esta memoria escrita es fundamental, su nexo con la memoria oral de nuestros mayores es de extrema importancia. Muchos de estos rituales, como las encomiendas en el Ofertorio de la Misa de los domingos, se han mantenido en Tabanera del Monte, al menos hasta el siglo XX, sabiendo que los familiares del difunto encendían en ese momento una vela; y las novenas igualmente llegaron casi hasta el siglo XXI. Documentamos también las encomiendas en otras zonas de Segovia donde sobrevivieron hasta mediados del siglo XX aproximadamente: en Brieva por ejemplo recuerdan que las encomiendas se pagaban en trigo y Navas de Oro igualmente se encomendaban a los santos, a la Virgen, o realizaban promesas o dedicatorias.
Por tanto, no hablamos sólo de la pérdida de la cultura tradicional, en este caso en relación a ritos de paso, sino que hablamos de la pérdida de rituales proyectados en el tiempo durante cuatro siglos, y por tanto convertidos en “restos históricos”. Otro ejemplo de Patrimonio Inmaterial cambiante en el tiempo y perdido a finales del siglo XX. Formas de vida y muerte que desaparecen sin documentar en la memoria de nuestros mayores.
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(*) Investigadora de la cultura tradicional segoviana.
