La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha rechazado este martes que el Gobierno autonómico tenga que asumir responsabilidades políticas negativas por el revés que el Tribunal Supremo ha dado al adelanto del toque de queda y, al contrario, ha ironizado con que la responsabilidad «no ha sido mala, sino que ha tenido una incidencia importante».
Al ser preguntada por la resolución del Supremo, Casado ha preferido no ahondar en sus argumentos en la rueda de prensa de análisis de la pandemia, ya que está previsto que sea esta tarde el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien comparezca para analizar la situación generada tras la resolución del Supremo, que da la razón al Gobierno central en su contencioso con la Junta, al entender que lo ordenado en Castilla y León extralimitaba el decreto del estado de alarma.
Casado ha defendido que esa medida ha producido un «descenso en los casos y en la mortalidad» derivada de la covid, pero ha insistido en que quien fijará la posición de la Junta y marcará los posibles cambios normativos que implica esta resolución será el presidente de la Junta esta tarde.
