En La Albuera, La Granja fue fiel a sí misma. “Es la idea que tenemos durante todo el año; ser agresivos defendiendo y arriba buscamos generar siempre ocasiones. Hemos intentado hasta el final rascar por lo menos un punto; hemos estado cerca, la verdad”, subraya su técnico, Ricardo de Andrés.
Espera que esa buena actuación deje réditos. “Nuestro patrón es el mismo: pelear cada partido, intentar puntuar y que nuestras armas sean efectivas. Para nosotros era un partido muy complicado, pero sí me voy con mal sabor de boca porque hemos tenido una oportunidad muy buena se sacar algo de aquí. Y es una pena no aprovecharlas porque se han hecho cosas bien”.
Ricardo puso en valor las ocasiones de Velasco, Dani o Peli, que pudieron situar a su equipo de nuevo por delante. “Se vio un equipo capaz de meter en aprietos defensivamente a la Segoviana, que no muchos lo habían conseguido. Al final eso no es consuelo porque nos vamos con los mismos puntos que el resto”. Pese a ello, reconoce haberse esperanzado. “He visto que podíamos llevarnos el partido. Sabía que debíamos tener acierto y que la Segoviana no iba a perdonar si la tenía. Pero sí, he visto al equipo muy bien plantado, ellos no estaban cómodos con nuestra propuesta y las circunstancias del campo. Estaba casi seguro de que alguna íbamos a tener; era cuestión de acierto”.
